El Levantamiento de Pascua y la división de Irlanda
VI. El mundo colonial y dependiente
Mientras el ejército británico se encontraba en los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial, en Irlanda, el lunes de Pascua del 24 de abril de 1916, las milicias nacionalistas (la Hermandad Republicana Irlandesa y los Voluntarios Irlandeses, rebautizados como Ejército Republicano Irlandés, IRA) ocuparon la Oficina Central de Correos en Dublín, considerada uno de los símbolos del poder inglés. Los sublevados crearon un gobierno provisional integrado por siete dirigentes, que anunció la creación de la República Irlandesa.
TEXTO DE LA PROCLAMA
EN UNO DE SUS PÁRRAFOS SE AFIRMABA QUE “LA REPÚBLICA IRLANDESA TIENE EL DERECHO, Y EN ESTE ACTO LO EXIGE, DE LA LEALTAD DE TODOS LOS IRLANDESES E IRLANDESAS. LA REPÚBLICA GARANTIZA LA LIBERTAD RELIGIOSA Y CIVIL, LA IGUALDAD DE DERECHOS Y LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES A TODOS SUS CIUDADANOS, Y DECLARA SU DETERMINACIÓN DE PERSEGUIR LA FELICIDAD Y PROSPERIDAD DE TODA LA NACIÓN Y DE SUS PARTES, ABRIGANDO IGUALMENTE A TODOS LOS HIJOS DE LA NACIÓN, COMPLETAMENTE AJENA A LAS DIFERENCIAS CUIDADOSAMENTE FOMENTADAS POR UN GOBIERNO EXTRANJERO, QUE DIVIDIÓ EN EL PASADO UNA MINORÍA DE LA MAYORÍA”.
Las autoridades y la prensa de la época atribuyeron al Sinn Féin el levantamiento. Sin embargo, esta no era una organización violenta; de hecho, Arthur Griffith intentó disuadir a los insurrectos. La confusión nace, por un lado, del hecho de que el Sinn Féin era la cara pública del nacionalismo irlandés y, por otro, de la doble o triple afiliación de los sublevados: la mayoría de los Voluntarios Irlandeses eran miembros del Sinn Féin, pero también de la Hermandad Republicana Irlandesa. La relación entre el Sinn Féin y los grupos armados fue muy compleja, sin que pueda afirmarse que uno era el brazo del otro, pero sí que existía una mutua dependencia.
La rebelión, concebida básicamente como un acto heroico y testimonial, sin la preparación precisa y con escaso respaldo popular, estaba condenada al fracaso. Londres respondió con la ejecución de los líderes republicanos y con una ola de represión tan violenta que obtuvo un efecto no deseado: parte de la población, que no había respaldado la acción revolucionaria, se inclinó a favor del Sinn Féin.
En las elecciones generales británicas de diciembre de 1918, los candidatos de este partido obtuvieron 73 de los 106 escaños correspondientes a Irlanda en el Parlamento británico. Los diputados nacionalistas rehusaron trasladarse a Westminster para ocupar sus escaños; en claro desafío, constituyeron en Dublín la primera Asamblea Irlandesa (Dáil Éireann) y formaron un gobierno presidido por Eamon de Valera. La declaración de la independencia condujo al enfrentamiento armado entre 1919 y 1920. Los nacionalistas irlandeses recurrieron a la guerra de guerrillas y la represión de estas fuerzas quedó en manos de la policía irlandesa y las fuerzas militares enviadas por Londres.
Finalmente, en diciembre de 1920 el Parlamento británico decretó la Ley del Gobierno de Irlanda, que estipulaba la formación de un Parlamento para seis de los condados del norte y otro para los veintiséis condados restantes en el sur de Irlanda. La mayoría protestante de Irlanda del Norte aceptó esta autonomía limitada y eligió sus diputados en mayo de 1921. En cambio, la mayor parte de los católicos de toda la isla rechazó la partición. Las negociaciones entre los representantes del Dáil y el gobierno británico del primer ministro Lloyd George dieron paso a un tratado firmado en diciembre de 1921, según el cual los condados del sur se convertirían en el Estado Libre de Irlanda, dentro de la Commonwealth. De Valera rechazó el acuerdo, dimitió como presidente del Dáil y fue reemplazado por Griffith; simultáneamente, el dirigente nacionalista Michael Collins fue nombrado presidente del gobierno provisional.
El grupo disidente del Sinn Féin, conocido como los republicanos, bajo el liderazgo de De Valera exigió la reanudación de la lucha contra Gran Bretaña y comenzó una campaña contra el gobierno encabezado por Collins, que supuso una verdadera guerra civil, con gran número de muertos, Collins entre ellos.
Mientras tanto el Dáil diseñó una constitución que después de la aprobación por parte del Parlamento británico entró en funcionamiento a fines de 1922. Al año siguiente, el Estado Libre de Irlanda se integró en la Sociedad de Naciones y una vez ratificado el Estatuto de Westminster, en 1931, quedó habilitado para legislar fuera de la influencia del Reino Unido.
De Valera y los republicanos pusieron fin a la resistencia en 1927 e ingresaron en el Dáil después de haber creado el partido Fianna Fáil. Acto seguido, De Valera se convirtió en el presidente del gobierno, cargo que desempeñó durante 16 años, desarrollando un programa de eliminación gradual de la influencia británica en los asuntos irlandeses.