FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

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III. Los años dorados en el capitalismo central

Estados Unidos, la potencia hegemónica

 

 

 

 

LA LIBERTAD ILUMINANDO AL MUNDO

 

 

 

 

 

LA LIBERTAD ILUMINANDO AL MUNDO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

OBRA DE FREDERIC AUGUSTE BARTHOLDI DONADA POR LA UNIÓN FRANCO-AMERICANA A ESTADOS UNIDOS EN 1886, PARA CONMEMORAR EL CENTENARIO DE LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA ESTADOUNIDENSE

 

POEMA INSCRIPTO EN EL INTERIOR DEL PEDESTAL

EL NUEVO COLOSO

NO COMO EL MÍTICO GIGANTE GRIEGO DE BRONCE,
DE MIEMBROS CONQUISTADORES A HORCAJADAS DE TIERRA A TIERRA;
AQUÍ, EN NUESTRAS PUERTAS DEL OCASO BAÑADAS POR EL MAR, SE YERGUERÁ
UNA PODEROSA MUJER, CON UNA ANTORCHA CUYA LLAMA
ES EL RELÁMPAGO APRISIONADO, Y SU NOMBRE
MADRE DE LOS DESTERRADOS. DESDE EL FARO DE SU MANO
BRILLA LA BIENVENIDA PARA TODO EL MUNDO; SUS CALMOS OJOS DOMINAN
LAS CIUDADES GEMELAS QUE ENMARCAN EL PUERTO DE AÉREOS PUENTES.
"¡GUARDAOS, TIERRAS ANTIGUAS, VUESTRA POMPA LEGENDARIA!", GRITA ELLA.
"¡DADME A VUESTROS RENDIDOS, A VUESTROS POBRES,
VUESTRAS MASAS HACINADAS QUE ANHELAN RESPIRAR EN LIBERTAD,
EL DESAMPARADO DESECHO DE VUESTRAS REBOSANTES PLAYAS.
ENVIADME A LOS DESAMPARADOS, SACUDIDOS POR LAS TEMPESTADES.

¡YO ELEVO MI FARO DETRÁS DE LA PUERTA DORADA

EMMA LAZARUS (1849-1887)

 

 En el momento en que estalló la guerra, en Estados Unidos no se había logrado superar las consecuencias de la crisis económica: aún continuaban en paro 10 millones de personas. Antes del ataque a Pearl Harbour, Washington reforzó sus vínculos con Gran Bretaña –a través de la ayuda económica y el reconocimiento de objetivos comunes– con la firma de la Carta del Atlántico.

A partir de su ingreso en el conflicto, el gobierno dispuso la creación de organismos destinados a regular el esfuerzo para ganar la guerra. Los nuevos comités le permitieron intervenir en casi todos los aspectos de la vida civil: la dirección de la producción, la distribución de los recursos humanos entre la industria y las fuerzas armadas, la resolución de los conflictos laborales, el control de precios y salarios, el control de los medios de comunicación, la coordinación de los proyectos de investigación y el desarrollo de los armamentos. En la conducción de estos organismos asumieron un papel destacado los hombres de negocios.

En términos sociales, los cambios vinculados con el esfuerzo bélico, si bien ofrecieron mejores condiciones para muchos sectores postergados también permitieron la revisión de reformas sociales logradas en el pasado. El beneficio más evidente fue la creación de puestos de trabajo, al punto de que llegó a sentirse la escasez de mano de obra: la superación del paro derivó en el aumento de sueldos y salarios. La escasez y el racionamiento debilitaron las diferencias sociales. Los sindicatos tuvieron una mayor capacidad negociadora a medida que crecía la ocupación, y contaron con un mayor número de afiliados. Los dirigentes sindicales fueron incluidos en varios de los nuevos organismos gubernamentales, ya que era preciso contar con su colaboración para concentrar todas las energías en el esfuerzo bélico. La financiación de la guerra exigió además la reforma del sistema impositivo: se redujeron las exenciones fiscales y se buscó que los ricos pagaran más.

Al mismo tiempo, los sindicatos tuvieron que hacer concesiones tales como la extensión de la jornada laboral y el compromiso de no recurrir a las huelgas. Sin embargo, ante el incremento de los precios, su decisión no fue unánimemente acatada por las bases, como lo demuestra el número relativamente importante de huelgas ilegales que se produjeron en este período. En 1943 hubo huelgas en diferentes industrias; la más grave fue la de los mineros, dirigidos por John Lewis. Estos lograron el reconocimiento de sus reclamos, pero al mismo tiempo el Congreso aprobó la Ley Smith-Connally, que limitaba severamente el derecho de huelga.

Después de 1941, muchos patronos utilizaron la disciplina del tiempo de guerra para recuperar parte de la iniciativa y control que habían entregado a los sindicatos industriales al finalizar la depresión: incrementaron los ritmos de producción, aumentaron el número del personal de supervisión para disciplinar a los trabajadores, forzaron a los sindicatos a expulsar a los dirigentes más radicalizados. Esta actitud recibió el apoyo de parte de los medios de comunicación e incluso de funcionarios gubernamentales que catalogaban a las huelgas salvajes de acciones promovidas por los rojos y los comunistas. La depuración de los dirigentes del Congreso de Organizaciones Industriales) cio comenzó antes de la campaña macartista. Los líderes del cio privilegiaron el acuerdo con las empresas, se opusieron a las huelgas salvajes y a la actividad sindical radical de los dirigentes de base.

Las mujeres lograron un alto nivel de independencia económica y una mayor libertad. Muchas de ellas ocuparon puestos que habían estado reservados para los hombres. Esta nueva situación condujo al reconocimiento de la necesaria equiparación salarial. Aunque se achicó la brecha entre los salarios de unos y otras, las diferencias se mantuvieron: el salario de una mujer era inferior en un 40 % al de un hombre, por igual tarea.

También en el caso de los negros americanos los cambios combinaron mejoras en algunos aspectos con el agravamiento de la tensión racial. En un primer momento, la integración de los negros en las fuerzas armadas fue resistida. Hubo organizaciones negras que reivindicaron su incorporación al esfuerzo bélico en igualdad de condiciones. Los más radicalizados, en cambio, definieron la contienda como un problema que solo afectaba a los blancos. Entre estos últimos, los Musulmanes Negros –que no consideraban posible la integración y defendían ideas separatistas– se opusieron al reclutamiento. Sin embargo, la necesidad de refuerzos para enfrentar la ofensiva alemana obligó a la formación de unidades integradas por negros y blancos.

La guerra no solo afectó las relaciones sociales en el mundo del trabajo, sino que tuvo repercusiones más amplias. La demanda de mano de obra de la industria militar alentó los movimientos migratorios del campo a la ciudad y del sur al norte y al oeste. A lo largo del conflicto, más de 5 millones de personas se desplazaron de las zonas rurales a las urbanas y un 10 % de la población se trasladó de un estado a otro. California, por ejemplo, donde se concentraba cerca de la mitad de la industria naval y aeronáutica del país, atrajo a 1.400.000 personas. Las ciudades no contaban con las condiciones necesarias para absorber este crecimiento de población, y el problema más grave fue el de la vivienda.

 

CELEBRACIÓN EN MANHATTAN DEL FIN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

 

 

 

 

 

 

CELEBRACIÓN EN MANHATTAN DEL FIN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

 

 

 

 

 

 

 

 

 El pasaje de una economía de guerra a la de paz sin que se produjeran graves sacudimientos fue posible porque se mantuvo un alto nivel de gastos gubernamentales, porque la población requirió una destacada cantidad de bienes de consumo, y porque se registraron fuertes exportaciones de mercaderías y servicios. Los productos estadounidenses se destacaban por su capacidad competitiva en el mercado mundial, derivada de la alta productividad del trabajo, cuatro veces superior a la de Europa. La industria norteamericana se distinguía también por el alto grado de concentración del capital: en el caso de la industria automovilística, por ejemplo, las tres sociedades más grandes proporcionaban el 78 % de los vehículos.

El mercado interno era el más importante para la colocación de los bienes industriales; las exportaciones absorbían entre el 5 y el 6 % de la producción. Sin embargo, la destacada capacidad productiva requirió cada vez más de la inversión más allá de los límites fijados por las fronteras del Estado nacional.

Si bien los capitalistas gozaron de condiciones satisfactorias para concretar inversiones, en la inmediata posguerra el movimiento obrero cuestionó la desigual distribución de los beneficios producidos por la recuperación en marcha. La excesiva demanda de bienes de consumo, no acabadamente satisfecha, y el déficit fiscal provocaron inflación, que exacerbó el conflicto entre obreros y empresarios. Mientras los primeros exigieron mayores salarios luego de las privaciones aceptadas durante la guerra, los segundos impulsaron el aumento de los precios una vez derogados los topes fijados por el gobierno durante el conflicto. En consecuencia, una vez alcanzada la paz se produjeron una serie de huelgas en algunas de las industrias más importantes: la automotriz, la del acero, la minería, los ferrocarriles.

Durante 1946 se produjeron más de 5000 huelgas, en las que intervinieron 4.600.000 trabajadores. El presidente Harry Truman decidió frenar esta oleada de conflictos. Al año siguiente el Congreso aprobó la Ley Taft-Hartley, que impuso severos recortes al movimiento sindical: el control estatal de su desenvolvimiento económico; la prohibición de las huelgas de solidaridad y las que no hubieran sido avisadas con 60 días de antelación; derogación de la obligación de los empresarios de contratar obreros sindicalizados, la prohibición de la actividad política de los sindicatos.

La purga de los dirigentes radicalizados del CIO en el marco de la Guerra Fría fue un factor clave en este proceso. Entre 1947 y 1950 la mayoría de los sindicatos industriales asumieron políticas de cooperación con las estrategias empresariales. Se aceptó el sistema de negociación colectiva basado en la productividad, en virtud del cual los aumentos salariales resultarían del incremento de la productividad de los trabajadores, sin cuestionar la distribución de la renta previamente existente. En el éxito de este pacto de colaboración jugaron un papel destacado tanto la conducta de los dirigentes sindicales como la situación de importantes sectores de la clase obrera. La integración contó con el acuerdo de ambos en virtud de los beneficios que la expansión económica del capitalismo norteamericano era capaz de brindarles: empleo seguro, salarios crecientes, acceso cada vez mayor al consumo. No obstante, las condiciones de trabajo en las fábricas siguieron signadas por el alto nivel de subordinación y de control distintivos del fordismo.

La afiliación sindical se estabilizó luego de la guerra de Corea. La menor atracción de los sindicatos fue consecuencia, en parte, de la prosperidad económica, pero también de los cambios en el mercado de trabajo: aumento del número de personas dedicadas a las actividades profesionales y de servicios, que se mantuvieron al margen de la organización gremial.

En contraste con la industria, el medio rural fue impactado por severos desafíos. La prosperidad que durante la guerra caracterizó a la agricultura posibilitó a los granjeros superar las consecuencias más negativas de la crisis de los años 30: liquidaron parte de las deudas hipotecarias y algunos se convirtieron en propietarios. La paz volvió a poner de manifiesto la subordinación del agro a la dinámica del sistema capitalista, que imponía la inversión en maquinarias y un modo de organización de la producción en el que no tenían cabida las explotaciones de carácter familiar. La creciente productividad derivó en la desvalorización de los productos, y en consecuencia en la reducción de la renta de los granjeros. Este sector recibió ayuda del gobierno federal, destinada a preservar el nivel de sus ingresos. Esta política posibilitó el sostenimiento de la producción y los stocks fueron colocados por el Estado en el extranjero, a precios inferiores al de su adquisición.

El traslado de muchos estadounidenses hacia las regiones del oeste y el suroeste fue acompañado de otro movimiento de la población: del centro de las ciudades a nuevos suburbios donde las familias esperaban hallar vivienda a precio accesible. Urbanistas como William J. Levitt construyeron nuevas comunidades con las técnicas de la producción en masa. Las casas de Levitt eran prefabricadas y modestas, pero sus métodos bajaron los costos. Cuando los suburbios crecieron, las empresas se mudaron a las nuevas áreas. Grandes centros comerciales que reunían una gran variedad de tiendas cambiaron los hábitos de consumo y su número aumentó, de ocho al final de la Segunda Guerra Mundial a 3840 en 1960.  Nuevas autopistas brindaron mejor acceso a los suburbios y sus tiendas. La ley de carreteras de 1956 dispuso la asignación de 26.000 millones de dólares para construir más de 64.000 kilómetros de carreteras interestatales.

La televisión tuvo también un alto impacto sobre las pautas sociales y económicas. En 1960 tres cuartas partes de las familias del país tenían por lo menos un televisor. A mediados de la década, la familia promedio dedicaba cuatro o cinco horas al día a mirar la televisión. Dos programas muy populares fueron Yo amo Lucy y Papá lo sabe todo.

 

YO AMO A LUCY

 

 

 

 

YO AMO A LUCY

 

 

 

 

FUE UNA COMEDIA FILMADA CON PÚBLICO PRESENTE Y NO TRASMITIDA EN VIVO, LO QUE POSIBILITÓ SU EXPORTACIÓN A DECENAS DE PAÍSES. SE EMITIÓ DESDE 1951 A 1957 Y FUE LA SERIE MÁS VISTA EN LOS ESTADOS UNIDOS DURANTE CUATRO TEMPORADAS. EN 2007 LA REVISTA TIME LA UBICÓ ENTRE LOS CIEN “MEJORES PROGRAMAS DE TELEVISIÓN DE TODOS LOS TIEMPOS”.

 

En el plano político e ideológico, hacia fines de la guerra el presidente Roosevelt estaba convencido de que el caos mundial solo podía superarse mediante una reorganización fundamental de la política mundial. La institución clave sería la Organización de las Naciones Unidas, onu, a través de su compromiso tanto con el deseo universal de paz como con el afán de las naciones pobres de independizarse y alcanzar la igualdad con las ricas. En última instancia pretendía un New Deal a escala mundial. Por primera vez se propiciaba una institucionalización de la idea de gobierno mundial. La concepción de Roosevelt combinaba objetivos sociales con repercusiones de tipo presupuestario y financiero. La esencia del New Deal postulaba la existencia de un gobierno que debía gastar para alcanzar la seguridad y el progreso. En consecuencia, la recuperación del mundo de posguerra requería del aporte generoso de Estados Unidos a fin de superar la catástrofe provocada por la guerra. La ayuda a las naciones pobres tendría el mismo efecto que los programas de bienestar social dentro de Estados Unidos; esto evitaría que el caos diese paso a revoluciones violentas. Sin embargo, el Congreso y la comunidad empresarial estadounidense eran más pragmáticos en sus cálculos de los costos y los beneficios de la política exterior estadounidense. No estaban dispuestos a proporcionar los medios necesarios para llevar a la práctica un plan que concebían como poco realista.

Los sucesores de Roosevelt, Harry Truman (1945-1953) y Dwight Eisenhower (1953-1961) se inclinaron a favor de un reordenamiento “realista”. El mundo era un lugar demasiado grande y demasiado caótico para que Estados Unidos lo reorganizara a su imagen y semejanza, especialmente si esa reorganización debía conseguirse mediante organismos de un casi gobierno mundial, en los que la administración estadounidense tendría que llegar a compromisos con las opiniones e intereses de otros países. Ambos presidentes optaron por basar la hegemonía de su país en el control estadounidense del dinero mundial y del poder militar global. No obstante, en la inmediata posguerra, los gobiernos no contaron en forma inmediata con el suficiente beneplácito político y social para hacerse de los recursos que requería el nuevo papel de Estados Unidos como potencia hegemónica. Sin embargo, como diría el secretario de Estado Dean Acheson, “sucedió lo de Corea y nos salvó”. Frente al avance de los comunistas no hubo dudas para asignar los fondos necesarios para armar a la superpotencia que “salvaría la democracia”. La sociedad estadounidense de la década de los cincuenta se caracterizó por la prosperidad y el crecimiento económico asociados con la creciente gravitación del conservadurismo. nota

En los años sesenta se produjo un deslizamiento político hacia el centroizquierda, a partir del muy ajustado triunfo del candidato demócrata, el católico John F. Kennedy, quien en las elecciones presidenciales de 1960 obtuvo algo más de cien mil votos por encima de su rival, Richard Nixon. fuente

 
DEBATE TELEVISIVO ENTRE KENNEDY Y NIXON, EN 1960

 

 

 

 

 

DEBATE TELEVISIVO ENTRE KENNEDY Y NIXON, EN 1960

 

 

 

 

 

 

 Después del asesinato de Kennedy el gobierno siguió en manos de los demócratas, con la elección de Lyndon B. Johnson en 1964. Durante su gobierno, la guerra de Vietnam jugó un papel decisivo en la oleada de movilizaciones, en la que confluyeron distintos sectores: el movimiento negro, los estudiantes politizados, los hippies. Los medios de comunicación, con sus crudas imágenes, desempeñaron un papel de primer orden en la conformación de este campo de oposición a la guerra, aunque escasamente cohesionado en otros temas.

 

EL CORONEL ASESINO AL PRESO; YO ASESINE AL CORONEL CON MI CAMARA

 

 

 

 

 

"EL CORONEL ASESINÓ AL PRESO; YO ASESINÉ AL CORONEL CON MI CÁMARA".

 

 

 

 

 

 

FOTOGRAFÍA DE EDDIE ADAMS, QUE MUESTRA EL ASESINATO DE UN GUERRILLERO DEL VIETCONG CON LAS MANOS ATADAS A LA ESPALDA POR PARTE DEL JEFE DE POLICÍA DE SAIGÓN, EN FEBRERO DE 1968. ADAMS OBTUVO POR ESTA FOTO UN PREMIO PULITZER, PERO LE AFECTÓ TANTO EMOCIONALMENTE QUE ABANDONÓ SU TRABAJO COMO CORRESPONSAL DE GUERRA

 

El movimiento de protesta de los negros

Durante la guerra los estadounidenses de origen africano impugnaron la discriminación en el servicio militar y en el trabajo, pero lograron limitadas conquistas. En la posguerra profundizaron su actitud contestataria. En el sur, los negros gozaban de pocos derechos civiles y políticos, y casi siempre de ninguno. Los negros que intentaban obtener su registro de votante se arriesgaban a ser golpeados, a perder el empleo o a ser desalojados de sus tierras. Aún se perpetraban linchamientos y las leyes discriminatorias imponían la segregación racial en el empleo, los medios de transporte, restaurantes, hospitales y centros de recreo.

 

BAÑOS PÚBLICOS EN CAROLINA DEL NORTE ,1950

 

 

 

 

BAÑOS PÚBLICOS EN CAROLINA DEL NORTE,1950

 

 

 

 

 

 

FOTO DE ELLIOTT ERWITT.

 ERWITT NACIÓ EN PARÍS EN 1928 EN EL SENO DE UNA FAMILIA DE EMIGRANTES RUSOS. LUEGO DE VIVIR EN ITALIA Y FRANCIA SE TRASLADÓ A NUEVA YORK DÓNDE, DESPUÉS DE VIAJAR POR PRÁCTICAMENTE TODO EL MUNDO, ACABÓ ESTABLECIÉNDOSE DEFINITIVAMENTE. CONOCIÓ A LOS FOTÓGRAFOS EDWARD STEICHEN, ROBERT CAPA Y ROY STRYKER QUIENES RECONOCEN EL VALOR DE SU OBRA. EN 1953 FUE INVITADO A FORMAR PARTE DE MAGNUM PHOTO POR CAPA, UNO DE SUS FUNDADORES. EN 1968 SE CONVIRTIÓ EN PRESIDENTE DE LA PRESTIGIOSA AGENCIA Y SERÁ REELEGIDO DOS VECES MÁS.EN LOS AÑOS SETENTA COMIENZA A REALIZAR DOCUMENTALES, PROGRAMAS DE TELEVISION Y A ESCRIBRIR LIBROS

  A partir de la experiencia de la guerra y de las migraciones, la injusta posición del negro asumió una dimensión nacional. Las nuevas posibilidades que ofrecían las zonas industriales indujeron al desplazamiento de los negros hacia el norte y el oeste. En algunas ciudades como Los Angeles, San Francisco, Buffalo, Syracuse, la población de color creció en más del 100 %. En este nuevo contexto, algunos lograron mejores condiciones, pero otros vieron frustradas sus expectativas por la discriminación de la que eran objeto. En 1943 estallaron 242 motines raciales en 47 ciudades. El más violento, en Detroit, fue reprimido mediante la intervención de las tropas federales.

A principios del siglo xx un grupo de intelectuales negros norteños había organizado la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (ANPGC) para alcanzar la asimilación del negro en la sociedad americana a través de la igualdad educativa, y el reconocimiento de los derechos civiles y políticos del negro sureño. La anpgc contó con el apoyo de los negros de clase media y la simpatía de blancos liberales.

En la segunda posguerra la ANPGC se propuso invalidar la doctrina judicial establecida en 1896, por la cual la segregación de los estudiantes negros y blancos en las escuelas era constitucional si se contaba para el efecto con instalaciones “separadas pero iguales”. En 1954 la Corte Suprema declaró por unanimidad que “las instalaciones separadas son desiguales por naturaleza”, y concluyó que la doctrina de “separados pero iguales” no se podía aplicar en las escuelas públicas.

El l de diciembre de 1955, Rosa Parks, reconocida como “la madre del Movimiento por los Derechos Civiles”, rehusó levantarse de su asiento en un autobús público para dejárselo a un pasajero blanco, tal como marcaban las reglas de la compañía del estado de Alabama. Rosa fue detenida. En la acción de protesta organizada por los activistas afroamericanos intervino el joven pastor de una iglesia bautista local Martin Luther King. El boicot contra la compañía de autobuses duró un año, hasta que una corte federal ordenó a la empresa levantar la reglamentación discriminatoria. El éxito transformó a King en una figura nacional e inspiró otros boicots de autobuses.

King, que presidía la Conferencia Sureña de Líderes Cristianos, siempre insistió en la importancia de actuar según valores religiosos y morales que descartaban la violencia. Reivindicó la acción directa no violenta, como lo había hecho Gandhi en la India. A lo largo de su militancia planteó el problema del racismo y la desigualdad en términos morales: la segregación es mala, la integración es buena. Los negros armados de una virtud no violenta forzarían a los blancos a abandonar su racismo pecador o a no practicarlo abiertamente.

 

 

ROSA PARK (1913-2005)

 

 

 

 

 

 

ROSA PARK (1913-2005)

 

 

 

 

 

ACTO DE HOMENAJE EN 1999, EN EL QUE LA APLAUDEN HILLARY CLINTON (ESPOSA DEL PRESIDENTE BILL CLINTON), EL JUGADOR DE BÉISBOL SAMMY SOSA, Y TIPPER GORE (ESPOSA DEL VICEPRESIDENTE ALBERT GORE)

 Los estadounidenses de origen africano se esforzaron también por asegurar su condición de ciudadanos. Aun cuando la 15.ª Enmienda a la Constitución de Estados Unidos les reconoció el derecho a votar, muchos estados habían encontrado la forma de neutralizar la ley, ya sea por medio de un impuesto sobre el sufragio o con la aplicación de exámenes de lectura y escritura. Eisenhower, con la colaboración del senador Lyndon B. Johnson, buscó garantizar el ejercicio de ese derecho. La ley aprobada en 1957 autorizó la intervención federal en los casos en que a los negros se les negara la posibilidad de votar. Pero aún subsistían muchas trabas.

En la década de 1960 la lucha de los afroestadounidenses por la igualdad ganó consistencia y amplió sus apoyos.

En febrero de 1960 cuatro estudiantes negros tomaron asiento en la barra de un restaurante de Carolina del Norte. La camarera blanca los ignoró. Ellos se mantuvieron en sus asientos. Los supervisores les dijeron que se marcharan: no se atendía a personas de color. Los estudiantes volvieron los días subsiguientes para exigir que se les diera el almuerzo. A lo largo del año, miles de negros y blancos, principalmente estudiantes, comenzaron a participar en las “sentadas”. En las filas negras, los estudiantes universitarios sureños cuestionaron la concepción limitada de la anpgc. Al mismo tiempo, grupos de estudiantes blancos se incorporaron activamente a las organizaciones negras y en 1961 se organizó el Comité Coordinador de Estudiantes No Violentos (Student Nonviolent Coordinating Committee, sncc), que tuvo un papel clave en la formación de dirigentes del movimiento contra la discriminación racial.

En agosto de 1963, más de 200.000 personas se reunieron en la capital del país para manifestar su compromiso con la igualdad para todos.

 

ESCENA DE LA MARCHA A WASHINGTON POR TRABAJO Y LIBERTAD

 

 

 

 

 

 

ESCENA DE LA MARCHA A WASHINGTON POR TRABAJO Y LIBERTAD

 

 

 

 

 

 

El momento culminante de la jornada llegó cuando el pastor King pronunció su famoso discurso “Tengo un sueño” . fuenteUn año después, King recibió el Premio Nobel de la Paz, y a comienzos de 1967 se vinculó con los dirigentes del movimiento contra la guerra de Vietnam, independientemente de su color.

En un principio el presidente Kennedy no se comprometió a fondo con las demandas del movimiento negro. Sin embargo, la actitud de los segregacionistas, especialmente la violencia policial en Alabama y la posición de su gobernador George Wallace, lo llevaron a actuar. fuenteA mediados de 1963, el presidente reclamó a los legisladores que aprobaran la legislación sobre los derechos civiles en un discurso que fue transmitido por radio y televisión. fuente Su propuesta recién se concretó después de su muerte.

Durante la presidencia de Johnson, en 1964, fue sancionada Ley de Derechos Civiles, y al año siguiente la Ley de Derechos de los Votantes, que autorizó al gobierno federal para registrar a los votantes en los lugares donde los funcionarios locales se negaran. Los militantes del Comité Coordinador de Estudiantes No Violentos asumieron decididamente la inscripción de los electores en varios estados sureños, donde sufrieron los ataques de la policía y del Ku Klux Klan, que actuaron conjuntamente en las golpizas y el asesinato de algunos activistas. La violencia no pudo impedir la incorporación de los negros a la vida política, porque el gobierno central y las organizaciones de base se comprometieron con esa causa.

En el marco de estos cambios positivos, parte de la población de color radicalizó sus protestas, dada su marginación económica y social. Los avances registrados en la igualdad legal ponían de manifiesto la desigualdad en las condiciones de vida. El desempleo entre la población de color duplicaba la media nacional, un tercio vivía por debajo de los umbrales de pobreza y las viviendas y escuelas de los barrios negros eran muy inferiores a los niveles medios. En el verano de 1964 estallaron tumultos en Harlem –barrio negro de Nueva York–, Rochester y Filadelfia. Los negros atacaron los negocios de los blancos y enfrentaron a la policía en los guetos. En agosto de 1965, en Watts (California) estalló la violencia colectiva, que recibió una muy dura represión policial y militar. El slogan de Watts: “¡Quema, muchacho, quema!” representó el rechazo de las masas negras hacia la sociedad norteamericana, que se expresaría también a través de formas de organización política propias.

 

 

JÓVENES NEGROS ESCAPAN DE TIENDAS ROBADAS EN WATTS

 

 

 

 

JÓVENES NEGROS ESCAPAN DE TIENDAS ROBADAS EN WATTS

 

 

 

 

 

LA SEMANA DE DISTURBIOS ESTALLÓ LUEGO DE QUE UN POLICÍA DETUVIERA A UN MOTORISTA NEGRO BAJO SOSPECHA DE QUE CONDUCÍA EMBRIAGADO. LA COMISIÓN DESIGNADA POR EL GOBERNADOR PARA ANALIZAR LA OLA DE VIOLENCIA CONCLUYÓ QUE “LOS DISTURBIOS NO FUERON ACTOS DE MATONES”: LAS TASAS DE DESEMPLEO, LAS MALAS CONDICIONES HABITACIONALES Y LAS DEFICIENTES ESCUELAS ERAN LOS TEMAS DE FONDO TRAS LA IRA

 Los principales dirigentes negros, aunque deploraron públicamente la violencia, reconocieron que el movimiento por los derechos civiles no se había hecho eco de las necesidades de los negros de los estratos más bajos. En una solicitada publicada por el New York Times en julio de 1966, Luther King destacó que “La responsabilidad está ahora en las autoridades municipales, estaduales y federales. En todos los hombres de poder. Si ellos continúan usando nuestra no violencia como piedra libre para la inacción, la ira de quienes han estado sufriendo una larga cadena de abusos estallará. La consecuencia podrá ser un desorden social permanente e incontrolable, y el desastre moral”.

La desaparición de las barreras legales para la asimilación igualitaria de los negros favoreció a la burguesía de color, mientras que la gran mayoría de los negros permanecía segregada por su falta de medios para cambiar sus condiciones de vida. Los tumultos de los guetos expresaban las condiciones de privación extrema que los negros pobres habían sufrido por siglos. Para que la igualdad de oportunidades fuera efectiva, era preciso contrabalancear los efectos de cuatrocientos años de opresión; los programas de ayuda y capacitación ofrecidos por los gobiernos no eran suficientes.

El movimiento de King, así como había despertado gran entusiasmo también había elevado las expectativas de muchos jóvenes negros que después de años de marchas pacíficas empezaban a sentirse impacientes frente a la falta de transformaciones más profundas.

A comienzos de la década de los sesenta empezó a adquirir popularidad Malcolm X.

 

MALCOLM LITTLE (1925 1965)

 

 

 

 

 

MALCOLM LITTLE (1925 1965)

 

 

 

 

 

HIJO DE UN PASTOR PROTESTANTE Y DE UNA MUJER MULATA, DURANTE SU INFANCIA SUFRIÓ LOS CONTINUOS TRASLADOS DE RESIDENCIA DE SU FAMILIA, QUE HUÍA DE LAS AGRESIONES DE GRUPOS RACISTAS QUE CULMINARON CON EL ASESINATO DE SU PADRE EN 1931.

CONDENADO A SIETE AÑOS DE CÁRCEL EN 1946, POR ROBO Y TRÁFICO DE DROGAS, ESTUDIÓ POR CORRESPONDENCIA Y TOMÓ CONTACTO CON LA NACIÓN DEL ISLAM, MOVIMIENTO RELIGIOSO QUE PROPUGNABA LA SEPARACIÓN DE LA COMUNIDAD NEGRA Y LA REHABILITACIÓN MORAL DEL NEGRO POR UN ESTRICTO PURITANISMO EN LAS COSTUMBRES, QUE CONDENABA EL ALCOHOL, LAS DROGAS, EL DELITO Y EXALTABA EL VALOR DE LA VIDA FAMILIAR

 

En los años 50, los Musulmanes Negros se expandieron rápidamente en los guetos, reclutando adherentes en los estratos más bajos. En sus primeros tiempos de militancia, Malcolm X apoyó la completa separación organizativa de los afroamericanos respecto de los blancos; sin embargo, en 1964 anunció su ruptura con la Nación del Islam. Ese año, después de cumplir con el precepto religioso de peregrinar a La Meca, viajó a África y se entrevistó con líderes africanos. A su regreso fundó la Mezquita Musulmana, desde donde predicó a favor de la decidida lucha contra los blancos opresores, pero dejando de lado las diferencias religiosas y reconociendo la importancia de los vínculos con el Tercer Mundo. Este giro no llegó a plasmarse ya que fue asesinado al año siguiente, probablemente por orden de la dirigencia de la Nación del Islam.fuente

A mediados de los años 60, Stokeley Carmichael, líder de la Comité Coordinador de Estudiantes No Violentos, rompió con la línea de King para fundar el Movimiento del Poder Negro, en pos de mayores reivindicaciones sociales y culturales y adoptando una forma de actuar más beligerante. Carmichael consideraba que el problema negro era una consecuencia de la estructura capitalista americana, y que no podía ser resuelto a menos que una revolución destruyera ese sistema

El Partido de los Panteras Negras fue fundado en octubre de 1966 por Huey P. Newton y Bobby Seale, en California. Ambos provenían, como Malcolm X, de los estratos más bajos, y como él se propusieron organizar al “negro de la calle” para la defensa de sus derechos y contra la opresión del sistema capitalista. Para los Panteras Negras, esta opresión solo terminaría con la construcción del socialismo: “No combatimos al racismo con racismo, lo combatimos con internacionalismo proletario. Los que quieren confundir nuestra lucha con problemas étnicos son los mismos que apoyan y mantienen la explotación de las masas del pueblo, la explotación de los blancos, negros, latinos, indios, chinos y japoneses pobres y de los trabajadores en general. Todos nosotros somos trabajadores –empleados o sin empleo– y nuestra unidad debe basarse en el derecho a la vida, la libertad y a la búsqueda de la felicidad. Debe basarse en cosas prácticas como la supervivencia y el derecho del pueblo a la autodeterminación, para que sea posible forjar la solución de los problemas que todos enfrentamos. Creemos que nuestra lucha es una lucha de clases, no una lucha racial”.

La guerra de Vietnam intensificó el radicalismo negro, dado el peso de los soldados de color entre las tropas enviadas al campo de batalla. El momento álgido de la protesta negra se alcanzó entre el verano de 1967, con revueltas en más de cien ciudades y el asesinato de Martin Luther King, el 4 de abril de 1968. Varios meses después el senador Robert Kennedy, opositor a la guerra de Vietnam, también fue víctima mortal de un atentado, como su hermano. Estos homicidios marcaron el final de una era al poner en evidencia la profunda y trágica brecha que atravesaba a la sociedad estadounidense.

Ninguno de los grupos del movimiento negro logró consolidarse en el escenario político del país, en el que la alternancia entre republicanos y demócratas continuó siendo la nota dominante.

 

 

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