Citroën y las expediciones a África y Asia
VI. El mundo colonial y dependiente
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, André Citroën, director de una fábrica automotriz, decidió crear su propia marca de autos. Viajó a Estados Unidos y copió la fabricación en cadena de Henry Ford. Los inicios de esta firma automovilística estuvieron acompañados por las expediciones organizadas por Citroën a través del desierto del Sahara y el África negra. Estas travesías, dirigidas por Georges-Marie Haardt y Louis Audouin-Dubreuil, utilizaban vehículos Citroën para demostrar la robustez del nuevo automóvil. También viajaban científicos y periodistas que tomaban fotos, filmaban, y analizaban el medio físico y cultural que recorrían. Haardt y Dubreuil dejaron testimonio de su experiencia en el libro A través del Continente Negro, expedición Citroën al África Central.
Siete años después, Citroën se lanzó a una nueva aventura, la Croisière jaune, que se desplazó desde los mandatos franceses en Oriente Próximo hasta Asia oriental.
Con el material fílmico de estos viajes, el director francés Léon Poirier elaboró los documentales La Croisière noire (1926) y La Croisière jaune (1933).
LA CROISIERE NOIRE
LOS JEFES DE LA EXPEDICIÓN HAARDT Y DUBREUIL
En 1928 Poirier filmó la película Verdún, visiones de una historia, que durante muchos años se creyó perdida. Hallada en Moscú fue restaurada en 2006 por la Cinémathèque de Toulouse y distribuida en DVD. El film, dedicado a todos los muertos de la Gran Guerra sin distinción de nacionalidades, se propuso dar cuenta de la batalla de Verdún y sus repercusiones, combinando documentales de época, escenas de ficción, gráficos y explicaciones animadas.