FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

ISBN 957 950 34 0658 8

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Forma, textura, temporalidad

A los fines de una mejor comprensión, y asumiendo el riesgo de simplificar en exceso, entenderemos por forma musical a la sucesión de y relaciones entre eventos y grupos de eventos sonoros en el tiempo. Textura refiere a la resultante de eventos simultáneos y sus modos de vincularse. Si la forma refiere al aspecto temporal de la música, la textura se constituye como metáfora de lo espacial, algo así como las dimensiones, planos y perspectivas en una obra o pasaje determinado. Los sucesivos acontecimientos sonoros de una obra pueden relacionarse por repetición (dos elementos sucesivos son iguales), variación (un elemento que surge a partir de modificar a otro anterior), contraste (elementos opuestos), etc. Del mismo modo, entre distintos eventos simultáneos habrá distintas relaciones: de subordinación (una especie de figura sobre un fondo: el caso típico de una melodía acompañada por acordes), complementariedad (entre todos los eventos se forma una única idea), igualdad (coexisten diversos elementos sin que ninguno sea más importante que otro), etc. Textura y forma son objeto de constante debate entre un sinnúmero de concepciones y perspectivas teóricas y analíticas, sin que ninguna prevalezca por sobre las otras. Las características de los materiales musicales, su disposición y relaciones entre ellos darán lugar a distintas metáforas acerca del tiempo en su recepción. Habrá obras que se nos aparezcan como lineales, con un sentido de direccionalidad, una suerte de ir hacia (por ejemplo la gran mayoría de las obras tonales). Habrá otras en las que el tiempo parecerá ser circular, una especie de eterno retorno (como es el caso de buena parte de la música medieval y de culturas ajenas a Occidente). En otros casos, tendremos la impresión de que el tiempo no transcurre...

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