Un nuevo registro político
Dentro de la metrópoli la política no quedó ajena a la dinámica de cambios. El crecimiento del cristianismo social, el antisemitismo, el pangermanismo y hasta del sionismo encontraron en Viena un territorio fértil, y una serie de figuras carismáticas disputaron al socialismo marxista la representación de la oposición a la alta burguesía imperial. Karl Lueguer, líder del Socialismo Cristiano, se convirtió en 1897 en el alcalde de Viena pese a su prédica antisemita y a que no contaba con el agrado de Francisco José. Georg Von Schonerer, en cambio, convocó al pueblo germánico a unirse ante el corrupto cosmopolitismo liberal e imperial, iniciando una corriente que alcanzaría su clímax con Adolf Hitler. En la Viena del cambio de siglo también Theodor Herzl dio sus primeros pasos en la construcción del sionismo, proponiendo un nuevo Estado exclusivamente judío. Y también la Social Democracia creció entre las filas obreras, incrementando su caudal de votos y su representación parlamentaria. Finalmente, al concluir la Primera Guerra Mundial los socialistas accederán al gobierno y la política municipal dará lugar a la llamada “Viena Roja”.
Theodor Herzl