Emporio manufacturero
Emporio manufacturero
La remodelación de París no fue la expresión de la ambición y el poder de un gobernante absoluto (algo que claramente Napoleón III no era) sino de la revolución industrial y financiera que vivió Francia a partir de 1830. Más de 400 mil obreros trabajaban en las industrias de la capital en 1848, muchas de ellas pequeños talleres pero también enormes fábricas textiles, metalúrgicas y químicas. Desde mediados de siglo era la ciudad manufacturera más grande del mundo y en 1870 terminaban allí diez líneas ferroviarias. Toda esa actividad industrial requería financiación y el desarrollo de un gran mercado de capitales. El nuevo edificio de la Bolsa –desde el punto de vista arquitectónico el más grande de Europa– fue inaugurado en 1826. Los sucesivos ministros de Finanzas del Imperio fueron los verdaderos arquitectos que motorizaban la concentración urbana, el crecimiento de la renta y la transformación de París no solamente en un centro político sino también en una metrópolis moderna.
EL IMPONENTE EDIFICIO NEOCLÁSICO DE LA BOLSA PARISINA