FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

ISBN 957 950 34 0658 8

Usted está aquí: Inicio Carpeta 2 Notas Vasconcelos y el muralismo mexicano

Vasconcelos y el muralismo mexicano

VI. El mundo colonial y dependiente


La gestión de José Vasconcelos en el Ministerio de Educación fue fundamental para el proyecto de consolidación del Estado mexicano surgido de la Revolución. Vasconcelos era un intelectual reconocido en el resto del continente por su prédica en favor de la unidad hispanoamericana y del mestizaje, que definían, desde su punto de vista, a la nueva “raza cósmica”. Sobre esos pilares desarrolló su gestión en la Universidad Nacional y luego en el Ministerio de Educación, bajo la presidencia de Álvaro Obregón. Con el respaldo de un importante presupuesto para el área que manejaba (resultado del crecimiento económico producido por el incremento de las exportaciones de petróleo en la posguerra), Vasconcelos impulsó el nacionalismo cultural a través de la expansión de la educación en todos los niveles. Se proponía crear una nación mexicana, allí donde ya existía un Estado. Para ello promovió principalmente las artes, dando lugar a una efervescente producción de temáticas nacionales urdidas por la idea del mestizaje, la reivindicación de las culturas precolombinas y la construcción de una historia nacional de la Revolución, que estaba todavía candente.

En ese contexto, y bajo el impulso de esta política cultural, se creó la escuela de muralismo mexicano. En 1923 David Siqueiros, Diego Rivera y José Orozco, entre otros, firmaron el Manifiesto del Sindicato de Trabajadores, Técnicos, Pintores y Escultores:

Nuestra meta estética fundamental es socializar la expresión artística […]  repudiamos la pintura de caballete y todo el arte de los círculos intelectuales, porque es aristocrático, y glorificamos la expresión del Arte Monumental porque es una propiedad pública.

Proclamamos que dado el momento social, que es transición entre un orden decrépito y uno nuevo, los creadores de belleza deben realizar sus mayores esfuerzos para hacer una producción con un valor ideológico para el pueblo, y la meta ideal del arte, que actualmente es una expresión de masturbación individualista, sea de arte para todos, de educación y batalla.

El texto plasmaba definiciones contundentes acerca de las intenciones del nuevo movimiento, que concebía al arte como una expresión inseparable de los sectores populares. En base a esas perspectivas, las paredes de los edificios públicos (los viejos palacios coloniales) se cargaron de sentidos pedagógicos al ser intervenidas con murales que narraban la historia y las luchas populares. El muralismo fue una de las expresiones más radicalizadas construidas en torno del Estado surgido de la Revolución.

 

CORTÉS

 

 

 

 

 

 

 

 

CORTÉS Y LA MALINCHE (1926)

 

 

 

 

 

 

 

 

EN EL COLEGIO SAN ILDEFONSO. MÉXICO.

AUTOR: JOSÉ CLEMENTE OROZCO.

 

BALADA

 

 

 

 

 

 

BALADA DE LA REVOLUCIÓN (1928)

 

 

 

 

 

 

 

LOCALIZACIÓN: MURO SUR, PATIO DE LAS FIESTAS, TERCER PISO, SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA, CIUDAD DE MÉXICO. AUTOR: DIEGO RIVERA

 

 

EPOPEYA

 

 

 

 

 

EPOPEYA DEL PUEBLO MEXICANO (1929-1930) )

 

 

 

 

 

 

 

  LOCALIZACIÓN: PALACIO NACIONAL, CIUDAD DE MÉXICO. AUTOR: DIEGO RIVERA

Acciones de Documento