FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

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La Resistencia partisana y la memoria

V. La Segunda Guerra Mundial y el Holocausto


El Comité de Liberación Nacional, integrado por diferentes fuerzas políticas, se opuso política y militarmente a la ocupación nazi y a la República Social Italiana encabezada por Mussolini. Entre 1943 y 1945 el país vivió una guerra civil.

Los partisanos pusieron en marcha acciones violentas y encubiertas contra los invasores, y los nazis no dudaron en responder con durísimas represalias. Uno de estos casos fue el de las Fosas Ardeatinas.

El 24 de marzo de 1944, en unas minas abandonadas, soldados de las SS comandados por Erich Priebke fusilaron a 335 civiles italianos. Los prisioneros pasaban al interior de las cuevas ubicadas a 12 kilómetros del Coliseo romano y luego conocidas con el nombre de Fosas Ardeatinas. En su interior, un pelotón de las SS mataba con tiros en la nuca y ráfagas de ametralladora de a dos víctimas por vez. La matanza duró toda una tarde. Según los alemanes, era una represalia por el atentado concretado el día anterior por miembros de la Resistencia italiana en el centro de la ciudad de Roma.

En ese momento, Italia estaba dividida: el norte en manos de los fascistas y sus aliados nazis, y el sur ocupado por los aliados. Los estadounidenses que habían desembarcado en Anzio todavía estaban lejos de Roma, y los partisanos querían debilitar a los alemanes. El 23 de marzo los partisanos pusieron una bomba en un carrito de basura ubicado en la Via Rasella, que explotó cuando pasaba una columna de soldados alemanes. Treinta y tres militares murieron y Hitler ordenó matar a diez italianos por cada alemán muerto. Después, el jefe de las SS en Roma agregó cinco nombres más a la lista original.

Si bien sus tumbas en las Fosas Ardeatinas son hoy un santuario nacional, al que concurren todos los años los más altos funcionarios de Italia para rendirles homenaje, este hecho dio lugar a diferentes registros en la memoria. En 1999 fue publicado el texto del historiador Alessandro Portelli La orden ya fue ejecutada. Roma, las Fosas Ardeatinas, la memoria, en el que aborda “la interacción que se establece entre lo que consideramos un hecho y lo que ocurre en la memoria”.

En un artículo posterior, Portelli escribió:

“[…] la acción de Via Rasella fue una acción militar, muy bien planificada, en la cual participaron dieciocho partisanos. Pero el mito cuenta que había solo uno, que es una manera de transformar una acción militar en un acto terrorista. Entonces, se supone que esta persona se sintió tan culpable de matar a los pobres SS que se suicidó enseguida. Afortunadamente, él está vivo, está muy bien, y le gusta mucho mi libro.
Así que, por un lado, tenemos un mito de base: no fue culpa de los alemanes, porque, obviamente, hay también otro mito, a saber: que los alemanes son severos pero justos, y cumplían con sus reglas. La proporción de uno a diez es tan precisa, tan perfecta que realmente nos lleva a pensar: “Los pobres alemanes tenían que hacerlo, porque esas eran las severas leyes de la guerra, aplicadas por personas severas. Eran severos, pero justos”. Mientras que los partisanos eran representados como cobardes que se habían escondido. Esto constituye la parte esencial del debate sobre qué tipo de nación surgió a partir de la Segunda Guerra Mundial. Por un lado, tenemos el mito del papel fundador de la Resistencia. Imagino que estamos todos tremendamente aburridos de la expresión “La República nació de la Resistencia”. Pero así fue, y muchos valores de la Resistencia están incorporados en la Constitución italiana.
Entonces, si la Resistencia y el heroísmo de los partisanos constituyen los mitos de fundación de la democracia italiana antifascista, existe también otro mito: la versión en contra de los partisanos: “es culpa de los partisanos”. Una versión antagónica, producto del carácter no acabado de nuestra democracia, de la resistencia a nuestra democracia, del hecho de que la democracia que surgió a partir de la Resistencia no fue el resultado de una elección unánime de la mayoría del pueblo, sino un proyecto, un sueño, un deseo que no todo el mundo compartía. Y esto es lo que realmente está en juego ahora: ¿Italia es una democracia antifascista que nació de la Resistencia? ¿O es otra cosa?”

Alessandro Portelli“Las fronteras de la memoria. La masacre de las Fosas Ardeatinas. Historia, mito, rituales y símbolos”


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