FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

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Henry Ford

II. La belle époque y el capitalismo global

 


 

 

henry ford

 

 

 

HENRY FORD (1863-1947)

 

 

 

 

 

 

 Nació  en una familia de granjeros irlandeses emigrados en 1847, en su autobiografía es muy parco sobre sus padres. En 1878 abandonó su casa y se dirigió a Detroit, con intención de trabajar como mecánico, lo que consiguió en lo de un representante local de la sociedad Westinghouse de Schenectady. Al poco tiempo regresó a Dearbon donde combinó el trabajo de una pequeña parcela de tierra con la reparación de máquinas de vapor y el estudio y composición de relojes. En 1888 contrajo matrimonio con Clara James Bryant, con la que estuvo casado toda su vida y tuvo un hijo, Edsel.

Volvió a Detroit y entró en la Sociedad de Electricidad Edison vinculada directamente a Thomas Alva Edison. En su nuevo trabajo, Ford comenzó a construir un automóvil que terminó en 1892. Estimulado por Edison, terminó su segundo vehículo en 1896. Tres años después abandonó la sociedad Edison para ingresar como ingeniero jefe y pequeño accionista de la Detroit Automobile Company. En 1903, decidió fundar su propia compañía, la Ford Motor Company.

En Europa, la mayoría de las fábricas de coches habían sido constituidas entre los años 1880 y 1890 por la compañía Daimler que en 1896 sacó a la calle el primer camión y en 1900 el primer automóvil, el Mercedes, y por la Benz , ambas acabarían fusionándose para constituir la Mercedes Benz. Pero en Estados Unidos, la industria de coches aún estaba sin desarrollar, circunstancia que Henry Ford supo percibir.

Asociado con los hermanos Dodge, fabricantes de motores, Henry Ford, con tan sólo el 25% del total de las acciones, comenzó a cosechar los primeros éxitos y también los primeros problemas con sus socios. Los hermanos Dodge se inclinaban por la fabricación de un coche de lujo y de alto precio. El objetivo de Henry Ford era: "construir un automóvil para las masas; suficientemente grande para una familia, pero suficientemente pequeño como para que una sola persona pueda servirse de él y cuidarlo. Se lo hará con los mejores materiales, los mejores obreros, sobre la base de los diseños más simples que pueda imaginar la ingeniería moderna. Pero tendrá un precio suficientemente modesto como para que cualquier persona que gane un buen salario pueda comprarlo (…)"

Su idea principal era que, si fabricaba en serie los coches, los costos de producción del automóvil se reducirían ostensiblemente, lo cual contribuiría a bajar también el precio de venta en la calle, circunstancia que haría aumentar la demanda, el mercado y las ganancias.

Tras solucionar los problemas con sus socios y optar por la compra del 58% de las acciones de los Dodge, Ford lanzó por fin, a principios de 1908, la primera serie de su flamante Ford-T a un precio único y revolucionario en el mercado, 500 dólares, bastante bajo en comparación con los 2.000 dólares que constituían el precio medio de un coche por aquella época. El éxito fue fulminante. Por aquel entonces Ford afirmaba: "Daré a cada americano un automóvil del color que prefiera, con tal de que sea negro". En poco tiempo, una gran cantidad de campesinos y obreros de las ciudades dispusieron de su propio vehículo, lo cual revolucionó incluso los hábitos sociales del país. Las ventas del modelo Ford-T, que, según decía la propaganda, "podía hacer de todo, incluso lavar platos", alcanzaron grandes proporciones: en 1916 se vendieron medio millón de unidades, dos millones en 1923 y, para 1927, fecha de su retirada de producción, se había alcanzado la cantidad de 15 millones de Ford-T.

 

HENRY FORD (1863-1947) JUNTO AL FORD T.

 

 

 

 

HENRY FORD (1863-1947) JUNTO AL FORD T.

 

 

 

 

 

 

 

Ford no se limitó a diseñar y fabricar su auto, creó la manera de producir muchos autos en el menor tiempo posible, y venderlos en grandes cantidades al menor precio posible. Los cambios en la organización de la producción fueron acompañados por una nueva relación entre la empresa y los trabajadores. El salario mínimo de los trabajadores norteamericanas en aquella época era de 2.34 dólares el día, con jornadas de 9 horas diarias. Ford decidió pagar a sus operarios la suma de cinco dólares por ocho horas de trabajo diario. Los obreros que tenían menos de 6 meses de antigüedad o que eran menores de 21 años de edad, o las mujeres, no cobraban la doble tarifa. La misma iba asociada a una estricta subordinación de los trabajadores a la línea de montaje: "Nosotros exigimos que nuestros hombres hagan lo que se les diga. Nuestra organización es tan especializada y todas sus partes dependen de las otras de tal modo que es imposible pensar en dejar a nuestros obreros hacer lo que quieran. Sin la más rigurosa disciplina llegaríamos a la confusión más extrema".

En vísperas de la entrada de los Estados Unidos en la Gran Guerra financió varias campañas pacifistas para detener el conflicto. Pero cuando comprendió lo inevitable del mismo, Ford puso a disposición del Gobierno todo el potencial de sus factorías, maniobra que le proporcionó multimillonarios contratos de producción. En el año 1919, el inventor del Ford T fue obligado por un juez a repartir beneficios entre sus socios minoritarios, entre ellos los hermanos Dodge, los cuales le acusaron de no querer repartir los beneficios de la empresa e invertirlos en la fabricación de más coches, por lo que Ford, en una contraofensiva financiera expeditiva, optó por comprar todas las acciones (por un valor de más de 100 millones de dólares) para hacerse con el control absoluto de la Ford Motor Company.

Al finalizar la guerra incursionó en la política, se presentó en las elecciones para cubrir una banca en el senado, pero fue derrotado. Durante la campaña salió a relucir su escaso patriotismo debido a su pacifismo en los primeros años de la contienda. En un momento estuvo dispuesto a competir con Coolidge en las elecciones presidenciales de 1922, pero finalmente lo descartó. Se comprometió a fondo con la campaña antijudía que puso en marcha a partir de 1920 asociada con la denuncia de la banca. Recurrió a los Protocolos de los sabios de Sión (un documento falso fraguado por la policía zarista) en los que se señalaba la existencia de una central secreta integrada por judíos que se proponía dominar el mundo. Cada número de su periódico Deaborn Independant anunciaba pruebas que nunca acababan de ser publicadas. En ese momento se mencionó con insistencia que Ford había entregado fondos a Hitler para lanzar su movimiento nazi.

Desde el punto de vista estrictamente empresarial, el secreto de Henry Ford fue el haber sabido combinar una serie de factores decisivos. El primer lugar, la normalización y la fabricación masiva de todas las piezas que componían el vehículo. El segundo factor fue la creación a escala nacional de una tupida red de concesionarios, vendedores y expertos agentes de publicidad, y la promoción de un sistema de pago revolucionario: la compra del coche a plazos. Ideó audaces métodos de ventas: "Todos los compradores mInorIstas de automóviles Ford, desde el 1 de Agosto de 1914 hasta el 1 de Agosto de 1915, compartirían las ganancias de la compañía en una extensión de 40 a 50 dólares por autos que compren, a condición de que logremos vender y entregar 300.000 nuevos coches durante ese año". Un año después se repartieron 308.213 cheques de 50 dólares a los compradores de todo el país

A partir de la década de los veinte, la Ford Motor Co. dejó de ser la empresa líder en el sector automovilístico estadounidense por dos motivos fundamentales: la feroz competencia que encontró en la otra empresa gigante del sector, la General Motor, propiedad del magnate J. P. Morgan, y en la Chrysler; y, en segundo lugar, por su lentitud a la hora de adoptar la práctica, común en las otras compañías: lanzar un modelo nuevo prácticamente cada año.

En diciembre de 1927, Ford presentó en sociedad el nuevo coche de la compañía, el Ford Modelo-A, vehículo mucho más evolucionado y de lujo, con el que también tuvo un gran éxito, pero muy lejos del obtenido con el Ford-T. Dos años después, volvió a sacar otro coche, el Ford V-8. Estas novedades le permitieron recuperar algo del terreno perdido con sus grandes competidoras, pero ya sin conseguir el liderazgo en el mercado de ventas estadounidense. Sin embargo, se hizo fuerte en Europa, donde, a raíz de la colaboración con el cártel petrolero de los Rockefeller (accionista de la Ford Motor Company) y de su amigo íntimo Harvey S. Firestone, Henry Ford pudo acaparar más de la mitad de la industria del sector.

Su destacado papel en la evolución de la economía industrial moderna dio lugar a la acuñación del término fordismo para describir el modelo socioeconómico predominante en los países más desarrollados del siglo XX.

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