FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

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El socialismo en un solo país

IV. La experiencia soviética de la guerra civil a la Segunda Guerra Mundial


Los argumentos de Stalin sobre la posibilidad del socialismo en un solo país articulados con la descalificación de sus ex aliados. Kamenev y Zinoviev, quienes, según el secretario general, habían dejado de ser leninistas.

“El folleto Los fundamentos del leninismo (primera edición, mayo de 1924) contiene dos formulaciones de la cuestión del triunfo del socialismo en un solo país. La primera dice así:

Antes se creía imposible la victoria de la revolución en un solo país, suponiendo que, para alcanzar la victoria sobre la burguesía, era necesaria la acción conjunta de los proletarios de todos los países adelantados o, por lo menos, de la mayoría de ellos. Ahora, este punto de vista ya no corresponde a la realidad. Ahora hay que partir de la posibilidad de este triunfo, pues el desarrollo desigual y a saltos de los distintos países capitalistas en el imperialismo, el desarrollo, en el seno del imperialismo, de contradicciones catastróficas que llevan a guerras inevitables, el incremento del movimiento revolucionario en todos los países del mundo; todo ello no solo conduce a la posibilidad, sino también a la necesidad del triunfo del proletariado en uno u otro país.

Este planteamiento es completamente acertado y no necesita comentarios.

Combate la teoría de los socialdemócratas, que consideran como una utopía la toma del poder por el proletariado en un solo país si no va acompañada al mismo tiempo de la revolución victoriosa en otros países”.

Además en el folleto Los fundamentos del leninismo hay también otra formulación, que dice:

Pero derrocar el poder de la burguesía e instaurar el poder del proletariado en un solo país no significa todavía garantizar el triunfo completo del socialismo. Queda por cumplir la misión principal del socialismo: la organización de la producción socialista. ¿Se puede cumplir esta misión, se puede lograr el triunfo definitivo del socialismo en un solo país sin los esfuerzos conjuntos de los proletarios de unos cuantos países adelantados? No, no se puede. Para derribar a la burguesía, bastan los esfuerzos de un solo país, como lo indica la historia de nuestra revolución. Para el triunfo definitivo del socialismo, para la organización de la producción socialista, ya no bastan los esfuerzos de un solo país, sobre todo de un país tan campesino como Rusia; para esto hacen falta los esfuerzos de los proletarios de unos cuantos países adelantados”.

Esta segunda formulación combate la afirmación de los críticos del leninismo, de los trotskistas, de que la dictadura del proletariado en un solo país, sin el triunfo en otros países, no podría sostenerse frente a la Europa conservadora.

[…]

¿Qué significa la posibilidad del triunfo del socialismo en un solo país?

Significa la posibilidad de resolver las contradicciones entre el proletariado y el campesinado con las fuerzas internas de nuestro país, la posibilidad de que el proletariado tome el poder y lo utilice para edificar la sociedad socialista completa en nuestro país, contando con la simpatía y el apoyo de los proletarios de los demás países, pero sin que previamente triunfe la revolución proletaria en otros países.

Sin esta posibilidad, la edificación del socialismo es una edificación sin perspectivas, una edificación que se realiza sin la seguridad de llevarla a cabo. No se puede edificar el socialismo sin tener la seguridad de que es posible dar cima a la obra, sin tener la seguridad de que el atraso técnico de nuestro país no es un obstáculo insuperable para la edificación de la sociedad socialista completa. Negar esta posibilidad es no tener fe en la edificación del socialismo, es apartarse del leninismo.

[…]

No hace mucho tiempo, Kamenev y Zinoviev mantuvieron en el Buro Político el punto de vista de que, a causa de nuestro atraso técnico y económico, no podremos vencer las dificultades interiores, a menos que venga a salvarnos la revolución internacional. Pero nosotros, con la mayoría del CC, entendemos que podemos edificar el socialismo, que lo estamos edificando y que terminaremos de edificarlo, no obstante nuestro atraso técnico y a pesar de él. Entendemos que esta edificación irá, naturalmente, mucho más despacio de lo que iría bajo las condiciones de un triunfo mundial, pero, sin embargo, avanzamos y seguiremos avanzando. Entendemos asimismo que el punto de vista de Kamenev y Zinoviev expresa la falta de fe en las fuerzas internas de nuestra clase obrera y de las masas campesinas que la siguen. Creemos que sustentar ese punto de vista es desviarse de la posición mantenida por Lenin”.

 J.V. Stalin, Cuestiones del leninismo, Pekín, Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1977.


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