FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

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Los comunistas indios y la revolución colonial

VI. El mundo colonial y dependiente


MAHABENDRA ROY (1887-1954)








MAHABENDRA ROY (1887-1954)










Militante anticolonialista indio que participó en la creación del Partido Comunista de México y fue su representante en la Internacional Comunista, donde discrepó de Lenin sobre la significación de los movimientos de liberación nacional. A pesar de haber fundado el Partido Comunista de la India durante su exilio en Tashkent, luego del VI Congreso de la Internacional, decepcionado por el curso del movimiento comunista y del régimen soviético, Roy abandonó el marxismo y fundó un movimiento humanista radical.

El texto citado a continuación, Un Manifiesto Comunista Indiofue escrito en colaboración con su primera esposa, Evelyn Trent Roy, en Berlín en 1920, en viaje desde México a Moscú para asistir al  II Congreso de la Internacional Comunista.

“Ha llegado el momento para que los revolucionarios indios hagan una declaración de sus principios con el fin interesar al proletariado europeo y americano en la lucha de las masas indias, que se está convirtiendo en una lucha por la emancipación económica y social y la abolición de la dominación de clase. La apelación se hace al proletariado inglés debido a su relación con los movimientos revolucionarios en los países dominados por el imperialismo británico.

El movimiento nacionalista en la India ha fallado en apelar a las masas, porque se esfuerza por lograr una democracia burguesa y no puede decir cómo las masas se verán beneficiadas por la existencia nacional independiente. La emancipación de la clase obrera se encuentra en la revolución social y la fundación de un Estado comunista. Por lo tanto, el creciente espíritu de rebelión en las masas debe organizarse en base a la lucha de clases, en estrecha cooperación con los movimientos proletarios del mundo.

Pero, debido a que la dominación británica priva a los indios de los derechos elementales imprescindibles para la organización de esta lucha, el movimiento revolucionario debe destacar en su programa la liberación política del país. Esto no hace que su objetivo final sea una democracia burguesa, en la que la clase privilegiada nativa domine y explote a los trabajadores nativos en lugar de los burócratas y los capitalistas británicos. Todo lo que se le permite conocer al mundo sobre el movimiento revolucionario de la India es de la agitación por la autonomía política. Eso, naturalmente, no ha podido ganar la simpatía de la clase obrera en ningún país, la que siempre debe ser indiferente a las aspiraciones puramente nacionalistas.

La idea de la rebelión clasista contra la explotación capitalista ha ido ganando terreno en la India, inmensamente estimulada por la guerra. La vida industrial acelerada, el aumento en el costo de la vida, el empleo de tropas indias en el extranjero y los ecos de la Revolución rusa han avivado el descontento siempre existente en las masas. El movimiento nacionalista revolucionario, reclutado de entre los jóvenes educados de la clase media, trató de convertir el descontento en un levantamiento armado contra la dominación extranjera. Desde el comienzo del presente siglo, el terrorismo, las insurrecciones locales, las conspiraciones y los intentos de rebelión se han vuelto más y más frecuentes hasta que al final casi todo el país estuvo bajo la ley marcial. Estas actividades no inspiran a las masas con entusiasmo duradero: los líderes no prescriben remedios para los males sociales y económicos que sufren los trabajadores. Pero fuerzas económicas dinámicas, que están destinadas a provocar una revuelta proletaria en todos los países, se han vuelto agudas en la India, y por lo tanto el espíritu de rebelión ha crecido más y se manifiesta más entre las personas no conmovidas por la doctrina predicada por los nacionalistas revolucionarios. Hoy en día existen dos tendencias, distintas en los principios y objetivos, en el movimiento indio. Los nacionalistas abogan por una India autónoma e incitan a las masas a derrocar a los explotadores extranjeros sobre un programa democrático poco definido o sin programa alguno. El movimiento revolucionario verdadero aboga por la emancipación económica de los trabajadores y se basa en la creciente fuerza de un proletariado industrial con conciencia de clase, y la de los campesinos sin tierra. Este último movimiento es demasiado grande para los dirigentes burgueses y solo puede ser satisfecho con la revolución social. Este manifiesto se publica para los que llenan las filas del segundo movimiento. Queremos que el mundo sepa que el nacionalismo se limita a la burguesía, pero las masas están despertando al llamado de la revolución social.

El crecimiento de la conciencia de clase en el proletariado indio era desconocido para el mundo exterior hasta el año pasado, cuando una de las más poderosas y mejor organizadas huelgas en la historia fue declarada por los revolucionarios de la India. Aunque los nacionalistas la utilizaron como un arma contra la opresión política, fue realmente la rebelión espontánea del proletariado contra la insoportable explotación económica. Como los trabajadores de las fábricas de algodón de propiedad de los capitalistas nativos fueron los primeros en salir, no se puede sostener que la huelga no era más que una manifestación nacionalista.

Es sabido en Inglaterra cómo esa revuelta de obreros famélicos fue aplastada por el imperialismo británico. Pero la clase obrera inglesa fue engañada hasta hacerle creer que no fue más que una manifestación nacionalista, por lo que se abstuvo de tomar medidas concretas acordes con los principios de solidaridad de clase. Una huelga general simultánea habría asestado un golpe vital para el capitalismo imperialista en el país y el extranjero, pero el proletariado inglés no estuvo a la altura de la ocasión.

La única medida tomada fue muy débil y de carácter pequeño –la protesta contra la manera en que se develó la revuelta, firmada por Smillie, Williams, Lansbury y Thomas. Esta no fue la voz del proletariado revolucionario alzada para defender los intereses de clase.

El movimiento nacionalista burgués no puede ser significativo para la lucha mundial del proletariado o la clase obrera británica, que está aprendiendo la inutilidad de la mera independencia política y del falso gobierno representativo bajo el capitalismo. Pero el movimiento del proletariado indio es de interés vital. La tremenda fuerza que el capitalismo imperialista deriva de extensas posesiones coloniales ricas en recursos naturales y mano de obra barata ya no puede ser ignorada. En tanto que la India y otros países subyugados siguen siendo víctimas indefensas de la explotación capitalista, y que el capitalista británico esté seguro de su dominio absoluto sobre millones y millones de bestias de carga humanas, podrá conceder las demandas de los sindicalistas británicos y retrasar la revolución proletaria que lo derrocará. A fin de destruirlo por completo, el capitalismo mundial debe ser atacado de manera simultánea en todos los frentes. El proletariado británico no puede marchar hacia la victoria final a menos que lleve consigo a sus compañeros en las colonias a luchar contra el enemigo común.

La pérdida de las colonias podría alarmar la psicología sindical ortodoxa con la amenaza del desempleo, pero un proletariado revolucionario con conciencia de clase, destinado a la destrucción total de la propiedad capitalista y el establecimiento de un Estado comunista, no puede sino acoger un colapso tal del presente sistema, ya que llevaría a la bancarrota económica del capitalismo, una condición necesaria para su destrucción final.

Ante todas las dudas posibles de los compañeros británicos declaramos que nuestro objetivo es impedir el establecimiento de un gobierno nacionalista burgués, que sería otro baluarte del capitalismo. Queremos organizar la rebeldía creciente de las masas indias sobre los principios de la lucha de clases, para que cuando llegue la revolución sea una revolución social. La idea de la revolución proletaria distinta del nacionalismo ha llegado a la India y se está mostrando en huelgas sin precedentes. Es primitiva y no claramente clasista, por lo que es a veces víctima de las ideas nacionalistas. Pero aquellos en la vanguardia ven la meta y la lucha, y rechazan la idea de unir a todo el país en el nacionalismo con el único propósito de expulsar a los extranjeros, porque se dan cuenta de que los príncipes nativos, los terratenientes, los dueños de las fábricas, los prestamistas, que controlarían al gobierno, no serían menos opresivos que los extranjeros. “La tierra para quien la trabaja” será nuestro lema más potente, porque la India es un país agrícola y la mayoría de la población pertenece al campesinado sin tierra. Nuestro programa también llama por la organización del proletariado indio sobre la base de la lucha de clases para la fundación de un Estado comunista, basado durante el período de transición en la dictadura del proletariado.

Hacemos un llamado a los trabajadores de todos los países, especialmente de Gran Bretaña, a que nos ayuden a realizar nuestro programa. La lucha del proletariado en la India, así como en otras dependencias de Gran Bretaña, debe ser considerada como un factor vital en el movimiento proletario internacional. La autodeterminación de la India se limita a fomentar la idea del nacionalismo burgués. Denuncien a los imperialistas enmascarados que la reclaman y desgracian sus nombres (como trabajadores británicos). El hecho de que la India esté gobernada por el imperialismo más poderoso conocido en la historia hace que cualquier tipo de organización revolucionaria entre la clase trabajadora sea casi imposible. El primer paso hacia la revolución social debe ser crear una situación favorable para la organización de las masas para la lucha final. Esta situación solo se puede crear por la caída o por lo menos el debilitamiento del imperialismo extranjero, que se mantiene por el poderío militar.

Dejen de ser víctimas del grito imperialista de que las masas de Oriente son razas atrasadas y debe pasar por las hogueras de la explotación capitalista de la que ustedes están luchando por escapar. Les hacemos un llamado a que reconozcan al movimiento revolucionario indio como una parte vital de la lucha proletaria mundial contra el capitalismo. Ayúdennos a izar la bandera de la revolución social en la India y a liberarnos del imperialismo capitalista a fin de que los podamos ayudar en la lucha final para la realización del Estado comunista universal”.


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