El rompecabezas entre Chechenia, Georgia y Rusia
II. El derrumbe del bloque soviético
En el Cáucaso se puede hablar de una relación “a tres”, Georgia, Rusia y Chechenia. Desde su independencia en 1991, Georgia procuró mantener una “neutralidad activa” en materia de política exterior que se tradujo en la no participación en la CEI (ingresaría a posteriori), la promoción de relaciones bilaterales con estados próximos geográficamente (Turquía e Irán) e históricamente (Francia), la incorporación a organizaciones internacionales. Esta política de Tiflis tuvo que coexistir con el intervencionismo ruso en la región, que se materializó en el apoyo abierto a los separatistas abjazos y osetios en su lucha contra el Estado georgiano. Rusia acusó a Georgia de dar cobijo a los rebeldes chechenos. Chechenia ha tenido una actitud cambiante respecto a los conflictos georgianos, mientras que con Dudáiev se apoyó y acogió al presidente Gamsajurdia en su lucha por mantener la integridad de Georgia, después no se dudó en respaldar a la separatista Abjazia durante el Gobierno de Schevardnadze.
