Desplazamientos de la población argelina
II. CRISIS DE LOS IMPERIOS COLONIALES Y EMERGENCIA DEL TERCER MUNDO
Durante la guerra de liberación, la población argelina se vio
obligada a dejar sus casas en virtud de la política de reagupamiento impuesta
por París.Más de un millón de campesinos fueron reasentados en campos rodeados
de alambradas de espino donde las privaciones eran a menudo excesivas. El
reagrupamiento dificultó mucho la vida de los combatientes del brazo armado del
FLN, pero políticamente fue desastrosa. En marzo de 1960, había más de 1,2
millones de desplazados que vivían en campos en Argelia.
Para no caer en estos campos y eludir la prisión
y las torturas, miles de argelinos huyeron a través de la frontera a Túnez y a
Marruecos.
ARGELINO REFUGIADO EN TÚNEZ
Las denuncias acerca del uso generalizado de la tortura por
las fuerzas francesas suscitaron honda preocupación en el Comité Internacional
de la Cruz Roja (CICR) que, tras algunas dudas de las autoridades francesas,
recibió autorización para visitar las prisiones en 1955. En un informe filtrado
que publicó Le Monde el 5 de enero de 1960, el CICR citaba pruebas abrumadoras
de tortura. La difusión del documento provocó una gran controversia política en
Francia y las visitas del CICR se suspendieron durante un año.
En virtud de alto número de refugiados en
condiciones de vida muy precarias intervino el Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados (ACNUR).Francia había sostenido con ahínco que el
conflicto de Argelia era un asunto interno y por tanto la ONU no tenía
competencia para ocuparse del mismo Fue preciso actuar con gran tacto ya que
París, miembro del Consejo de Seguridad de la ONU que respaldaba al ACNUR, se
negaba a reconocer como “refugiados” a quienes habían huido a Túnez. Como señaló
una alta autoridad del ACNUR “declarar refugiados a los argelinos que estaban
en Túnez suponía reconocer que tenían un temor fundado a la persecución de las
autoridades francesas en Argelia y constituiría una bofetada para el gobierno
francés”.
Por otro lado, al concluir el enfrentamiento una parte sustancial de la población europea de Argelia abandonó el país. Se dirigieron a Francia, España y en menor número a Canadá y a Israel. Entre ellos había argelinos que habían combatido junto a las fuerzas francesas o bien trabajado para las autoridades coloniales, los llamados harkis. Aunque recibieron la ciudadanía francesa, muchos sufrieron problemas de integración y de discriminación. En Argelia, los harkis, considerados traidores, sufrieron persecuciones y en algunos casos la muerte.