FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

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La doctrina Zhdánov

IV. El escenario comunista



Informe presentado en la Conferencia Informativa de Nueve Partidos Comunistas en Polonia el 25 septiembre de 1947.

“[…]

2. El nuevo alineamiento de las fuerzas políticas en el período de posguerra y la formación de dos campos: el campo imperialista y antidemocrático, de un lado, y el campo antiimperialista y democrático, del otro.

Los cambios radicales en la situación internacional y en la situación individual de varios países, como consecuencia de la guerra, han transformado completamente el panorama político del mundo. Se ha producido un nuevo alineamiento de fuerzas políticas. Y cuanto más nos alejamos del fin de la guerra, más claras se hacen las dos tendencias principales de la política internacional, que corresponden a la división de las fuerzas políticas de la escena mundial en dos grandes campos: el campo imperialista y antidemocrático, de un lado, y el campo antiimperialista y democrático, del otro. La fuerza principal y dirigente del campo imperialista es Estados Unidos; Gran Bretaña y Francia son sus aliados. La presencia del gobierno laborista de Attlee-Bevin en Gran Bretaña y del gobierno socialista de Ramadier en Francia no impide que Gran Bretaña y Francia desempeñen el papel de satélites de Estados Unidos y sigan su política imperialista en todas las cuestiones básicas. El campo imperialista cuenta también con el apoyo de potencias colonialistas como Bélgica y Holanda; de países con regímenes antidemocráticos y reaccionarios como Turquía y Grecia, y de países dependientes política y económicamente de Estados Unidos como los del Cercano Oriente, Sudamérica y China.

El objetivo principal del campo imperialista es el fortalecimiento del imperialismo; la preparación de una nueva guerra imperialista; la lucha contra el socialismo y la democracia, y el apoyo a los regímenes y movimientos reaccionarios profascistas del mundo. Para la realización de sus objetivos, el campo imperialista está dispuesto a apoyarse en las fuerzas reaccionarias y antidemocráticas del mundo y a respaldar a sus antiguos enemigos de guerra contra sus propios aliados. Las fuerzas antiimperialistas y antifascistas constituyen el otro campo. La URSS y los países de nueva democracia son los pilares de este campo. También están incluidos los países que han roto con el imperialismo y han adoptado la vía del desarrollo democrático, como Rumania, Hungría y Finlandia. Indonesia y Vietnam están asociados al campo antiimperialista, India, Egipto y Siria simpatizan con él. El campo antiimperialista es respaldado por el movimiento obrero y democrático y por los Partidos Comunistas hermanos de todos los países, por los luchadores de los movimientos de liberación nacional de los países coloniales y dependientes, y por todas las fuerzas democráticas y progresistas en cada país. El objetivo de este campo es luchar contra la expansión imperialista y la amenaza de nuevas guerras, por la consolidación de la democracia y la eliminación de los remanentes del fascismo. El fin de la Segunda Guerra Mundial planteó, a todos los pueblos amantes de la libertad, la tarea fundamental de garantizar una paz democrática duradera que consolide la victoria sobre el fascismo. […]

Las fuerzas reaccionarias de Gran Bretaña y Estados Unidos estuvieron bastante activas, incluso durante la guerra, tratando de impedir la acción concertada de las potencias aliadas, esforzándose por prolongar la guerra, luchando por desangrar a la URSS y buscando salvar a los agresores fascistas de una completa derrota. El sabotaje al establecimiento del Segundo Frente por los imperialistas anglosajones, encabezados por Churchill, fue una clara expresión de esta tendencia, que en el fondo era la continuación de la política de Múnich bajo nuevas y diferentes condiciones. Sin embargo, mientras la guerra estaba en desarrollo, los círculos reaccionarios de Gran Bretaña y Estados Unidos no se atrevieron a actuar abiertamente contra la Unión Soviética y los países democráticos porque sabían muy bien que las simpatías de las masas populares de todo del mundo estaban incondicionalmente del lado de estos. Pero en los meses previos al término de la guerra, la situación empezó a cambiar. Durante las negociaciones en la Conferencia de las Tres Potencias en Postdam, en julio de 1945, los imperialistas anglo-americanos demostraron su resistencia a tomar en cuenta los legítimos intereses de la Unión Soviética y los países democráticos […] .

La actividad de los delegados de la URSS y los países democráticos en los diferentes organismos de la ONU se ha caracterizado por la lucha sistemática y persistente por los principios democráticos de cooperación internacional y por el desenmascaramiento de las intrigas de los conspiradores imperialistas contra la paz y la seguridad de los pueblos.

[…] .Como es conocido, la URSS está en favor de la creación de una Alemania democrática, desmilitarizada, unida y amante de la paz. Al formular la política soviética en relación con Alemania, el camarada Stalin ha dicho:

 “En pocas palabras, la política de la Unión Soviética sobre la cuestión alemana se reduce a la desmilitarización y democratización de Alemania. La desmilitarización y la democratización de Alemania son una de las condiciones más importantes para el establecimiento de una paz estable y duradera”. Sin embargo, esta política del Estado soviético en relación con Alemania choca con la oposición febril de los círculos imperialistas de Estados Unidos y Gran Bretaña. La sesión del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores realizada en Moscú en marzo-abril de 1947 demostró que Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia están preparados no solo para impedir la reconstrucción democrática y la desmilitarización de Alemania, sino incluso para liquidarla como Estado unificado, desmembrarla y resolver de forma separada la cuestión de la paz. Hoy en día, esta política se lleva a cabo bajo nuevas condiciones, en momentos en que Estados Unidos ha abandonando el viejo curso de Roosevelt y está adoptando una nueva política: la política de prepararse para nuevas aventuras militares […].”


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