FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

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Discurso de Fidel Castro en la VI Conferencia de MNOAL

II. Crisis de los Imperios coloniales y emergencia del tercer mundo


En 1979 cuando en Cuba se concretaba una nueva cumbre del Movimiento de países No Alineados, las relaciones entre la URSS y Estados Unidos ingresaban en un período de graves tensiones y el Tercer Mundo aparecía signado por una oleada revolucionaria: se entraba en la Segunda Guerra Fría.

CASTRO EN EL PALACIO DE LAS CONVENCIONES DE LA HABANA




CASTRO EN EL PALACIO DE LAS CONVENCIONES DE LA HABANA


 




“ (…) Nos complace también expresar nuestros sentimientos fraternales a los nuevos países que se incorporan en esta conferencia a nuestro pujante Movimiento: Irán y Pakistán, que llegan a su seno sobre los restos del trono destrozado del Sha y las ruinas de la alianza militar reaccionaria y agresiva de la CENTO; Surinam, Bolivia, la pequeña y valerosa Granada y el indomable pueblo de Nicaragua donde están frescas todavía las huellas heroicas de sus abnegados combatientes, en la marcha histórica que trajo libertad a la patria de Sandino y dignidad a nuestra América.
Etiopía y Afganistán nos acompañan ahora en su nuevo carácter revolucionario y el Frente Patriótico de Zimbabwe como miembro pleno.
Crece la familia y crece en calidad, que es como debe crecerse.
Se encuentran también como nuevos observadores: Filipinas, Santa Lucía, Dominica y Costa Rica. Nos acompañan numerosos invitados, entre ellos por primera vez España, en cuyo gesto de enviar una representación a esta conferencia, vemos una esperanza de relaciones amistosas y útiles con todos los pueblos del mundo, sin dejarse arrastrar al bloque militar agresivo de la OTAN, (…).
Los imperialistas yankis, sus viejos y nuevos aliados —me refiero en este caso al gobierno chino—, no deseaban esta conferencia en Cuba.
Ellos elaboraron además la repugnante intriga de que Cuba convertiría el Movimiento de Países No Alineados en instrumento de la política soviética. Sabemos de sobra, que incluso el Gobierno de Estados Unidos obtuvo copia del proyecto del documento final elaborado por Cuba y realizó febriles contactos diplomáticos para tratar de modificarlo. Sobre esto tenemos irrefutables pruebas.
El proyecto elaborado, que por cierto fue remitido a todos los países miembros con más antelación que en ninguna otra conferencia y vuelto a reelaborar para incluir numerosas sugerencias recibidas, es a nuestro juicio bueno, aunque susceptible de ser mejorado. Mejorarlo es hacerlo más fuerte y no más débil. Pero en todo caso, ¿desde cuándo Estados Unidos tiene derecho a involucrarse en los No Alineados y pretender decidir cómo deben ser redactados nuestros documentos? (…)
En las relaciones internacionales practicamos nuestra solidaridad con hechos, no con bellas palabras. Técnicos cubanos trabajan actualmente en 28 países integrantes de nuestro Movimiento. En la inmensa mayoría de ellos, considerando sus limitaciones económicas, esa colaboración se lleva a cabo gratuitamente, a pesar de nuestras propias dificultades. Cuba tiene en estos momentos prestando servicio en el exterior, el doble del número de médicos que el total de los que trabajan en distintos países a través de la Organización Mundial de Salud de las Naciones Unidas. Nobles y abnegados hijos de Cuba han caído a miles de millas de su patria apoyando al movimiento de liberación, defendiendo causas justas de otros pueblos, combatiendo contra la expansión de los racistas sudafricanos y otras formas de agresión imperialista a la dignidad humana y a la integridad e independencia de naciones hermanas. Ellos expresan la pureza, el desinterés, el espíritu de solidaridad y la conciencia internacionalista, que la revolución ha forjado en nuestro pueblo.
¿Qué se le puede impugnar a Cuba? ¿Qué es un país socialista? Sí, somos un país socialista (APLAUSOS), pero a nadie ni dentro ni fuera del Movimiento pretendemos imponer nuestra ideología y nuestro sistema. ¡Y no tenemos nada de qué avergonzarnos por ser socialistas! ¿Que hicimos una revolución radical en Cuba? Sí, somos revolucionarios radicales, pero no pretendemos imponer a nadie, y mucho menos al Movimiento de los No Alineados, nuestro radicalismo.
¿Que mantenemos relaciones fraternales con la comunidad socialista y la Unión Soviética? Sí, somos amigos de la Unión Soviética (APLAUSOS). Estamos profundamente agradecidos al pueblo soviético, porque su colaboración generosa nos ayudó a sobrevivir y a vencer en momentos muy difíciles y decisivos de la vida de nuestro pueblo, cuando incluso corríamos peligro de ser exterminados. Y ningún pueblo tiene derecho a ser ingrato. Estamos agradecidos a la gloriosa Revolución de Octubre, porque inició una nueva era en la historia humana, hizo posible la derrota del fascismo y creó condiciones en el mundo que, unidas a la lucha abnegada de los pueblos, condujo al desplome del odioso sistema colonial. Ignorarlo es ignorar la historia misma.
No solo Cuba; Viet Nam, los países árabes agredidos, los pueblos de las antiguas colonias portuguesas, los procesos revolucionarios en muchos países del mundo, el movimiento de liberación que lucha contra la opresión, el racismo, el sionismo, el fascismo, en Sudáfrica, en Namibia, en Zimbabwe, en Palestina, y en otras partes tienen mucho que agradecer a la solidaridad socialista. Me pregunto si Estados Unidos o algún país de la OTAN ayudaron alguna vez a un solo movimiento de liberación en nuestro mundo (APLAUSOS). Estoy incluso convencido, y lo he dicho otras veces, de que sin el poder y el peso que hoy ejerce en el mundo la comunidad socialista, el imperialismo, acosado por la crisis económica y la escasez de materias primas fundamentales, no vacilaría en repartirse de nuevo el planeta. (…)
Somos decididamente antimperialistas (APLAUSOS), anticolonialistas, antineocolonialistas (APLAUSOS), antirracistas (APLAUSOS), antisionistas (APLAUSOS), antifascistas (APLAUSOS), porque esos principios forman parte de nuestras concepciones y están en la esencia, el origen, la vida y la historia del Movimiento de los Países No Alineados desde su fundación. Están también muy frescos en la vida y la historia de los pueblos que aquí representamos.
¿Cuál de los países que hoy integran nuestro Movimiento era realmente independiente más allá de hace 35 años? ¿Cuál no conoció el colonialismo, o el neocolonialismo, o el fascismo, o el desprecio racial o la agresión imperialista, la dependencia económica, la pobreza, la insalubridad, el analfabetismo y la explotación más brutal de sus recursos naturales y humanos? ¿Cuál no soporta hoy el peso del abismo tecnológico, las diferencias de niveles de vida con las antiguas metrópolis, el intercambio desigual, la crisis económica, la inflación y el subdesarrollo impuesto a nuestros pueblos por siglos de explotación colonial y el dominio imperialista? (…)
Hemos crecido y avanzado. Afortunadamente Mozambique, Angola, Sao Tomé y Príncipe, Guinea-Bissau y las Islas Cabo Verde, son ya países plenamente independientes, después de heroica y desigual lucha. Hoy forman parte prestigiosa e influyente en el seno de nuestro Movimiento como Estados soberanos. Hace apenas 6 años, en la Cumbre de Argel, eran solo movimientos de liberación.
Viet Nam está unido y libre después de 30 años de extraordinaria y admirable lucha.
El Sha ya no es Sha (APLAUSOS). La CENTO ya no es CENTO. Somoza ya no es Somoza (APLAUSOS). Y en la pequeña y heroica Granada el fascista Gairy ya no es Gairy (APLAUSOS). Son victorias incuestionables de la independencia, el progreso y la libertad. ¡Nuestras causas triunfan porque son justas!
Los pueblos, en número creciente, se suman a nuestras filas a medida que rompen las ataduras del colonialismo, el neocolonialismo, el fascismo o cualquier forma de opresión y dependencia. Todas estas luchas fueron apoyadas, de una forma u otra, por el Movimiento de los No Alineados. Sus victorias son también nuestras victorias (APLAUSOS).
No cesa el imperialismo, sin embargo, en su tenaz esfuerzo por mantener sojuzgados, oprimidos u ocupados otros pueblos y países cuyas causas demandan nuestro resuelto apoyo.
Cito en primer término al sufrido y valeroso pueblo palestino. Ningún despojo más brutal de los derechos a la paz y existencia de un pueblo se ha cometido en este siglo. Entiéndase bien que no somos fanáticos. El movimiento revolucionario se educó siempre en el odio a la discriminación racial y los pogromes de cualquier tipo, y desde el fondo de nuestras almas, repudiamos con todas nuestras fuerzas la despiadada persecución y el genocidio que en su tiempo desató el nazismo contra el pueblo hebreo. Pero no puedo recordar nada más parecido en nuestra historia contemporánea que el desalojo, persecución y genocidio que hoy realizan el imperialismo y el sionismo contra el pueblo palestino. Despojados de sus tierras, expulsados de su propia patria, dispersados por el mundo, perseguidos y asesinados, los heroicos palestinos constituyen un ejemplo impresionante de abnegación y patriotismo, y son el símbolo vivo del crimen más grande de nuestra época. (…)
La justa causa palestina y árabe suscitó el apoyo de la opinión progresista del mundo y de nuestro Movimiento a lo largo de casi 20 años (APLAUSOS). Nasser fue precisamente uno de los prestigiosos fundadores del mismo. Sin embargo, todas las resoluciones de las Naciones Unidas fueron despectivamente ignoradas y rechazadas por los agresores y sus aliados imperialistas. (…)
Hemos sido testigos de 10 años de maniobras, engaños y crímenes imperialistas en Zimbabwe. Seis millones de africanos viven allí oprimidos por una exigua minoría racista, fascista, arrogante, genocida. Debemos hacernos el más firme propósito de condenar y rechazar el llamado arreglo interno y al régimen títere de Muzorewa, que es una burla a la conciencia de Africa, y brindar al Frente Patriótico, único representante legítimo del pueblo de Zimbabwe, el máximo de apoyo y solidaridad del Movimiento de los No Alineados (APLAUSOS).
El pueblo de Namibia soporta igualmente el desprecio, la burla y el desacato a las órdenes y resoluciones de las Naciones Unidas por parte de Sudáfrica con el pleno apoyo de las potencias de la OTAN y Estados Unidos. Sin ningún derecho permanecen allí las tropas racistas sudafricanas, desafiando a la comunidad internacional y a la opinión del mundo, para escamotear la independencia del pueblo namibio e imponer a ese sufrido país un régimen de bantustanes.
Sudáfrica misma constituye el más bochornoso baldón para los pueblos de Africa y el mundo. La dignidad humana se tiene que sentir ofendida por ese repugnante reducto del espíritu nazifascista que subsiste en el Cono Sur de Africa, donde 20 millones de africanos son oprimidos, explotados, discriminados y reprimidos por un puñado de racistas (APLAUSOS). ¿Quién engendró semejante régimen? ¿Quiénes lo apoyan? Se dice que los racistas sudafricanos pueden incluso construir bombas atómicas. ¿Contra quién podrán usarlas?, ¿contra los ghetos negros de Pretoria? ¿Acaso servirán para impedir la justa e inevitable liberación del pueblo? (…)
Otro problema que ocupa a la opinión africana y mundial es el del Sahara Occidental. Cuba, que no tiene ningún diferendo particular con Marruecos, cuyo gobierno mantuvo relaciones diplomáticas y comerciales con nosotros, incluso en los días más agudos del bloqueo de Estados Unidos a nuestro país, enfocando el problema como una cuestión de principio expresa su total apoyo a la independencia del pueblo saharauí (APLAUSOS), por considerar absolutamente infundada la ocupación de su territorio e incuestionablemente justa su aspiración a la libre autodeterminación. Cuba formó parte de la comisión que por Naciones Unidas investigó los deseos del pueblo saharauí antes del conflicto y pudo comprobar que el 99% de los habitantes deseaban la independencia. (…) El derecho a la independencia del valeroso pueblo saharauí y su representación legítima, el Frente Polisario, deben ser reconocidos por todos.
Apoyamos al pueblo de Chipre en su lucha contra la ocupación extranjera de una parte de su territorio y por el desarrollo de la paz y la convivencia fraternal entre todos los componentes de la población de ese país hermano.
La posición de Cuba en relación con los problemas del sudeste asiático es clara y diáfana. Viet Nam para nuestro pueblo es sagrado (APLAUSOS). Por Viet Nam, dijimos un día que estábamos dispuestos a dar hasta nuestra propia sangre. (…)
¿Qué derecho tiene China a dar lecciones a Viet Nam, invadir su territorio, destruir sus modestas riquezas y asesinar a miles de sus hijos? La camarilla gobernante de China, que apoyó a Pinochet contra Allende; que apoyó la agresión de Sudáfrica contra Angola; que apoyó al Sha; que apoyó a Somoza; que apoya y suministra armas a Sadat; que justifica el bloqueo yanki contra Cuba y la permanencia de la Base Naval de Guantánamo; que defiende a la OTAN; que se une a Estados Unidos y a las fuerzas más reaccionarias de Europa y de todo el mundo, no tiene prestigio ni tiene moral para darle lecciones a nadie (APLAUSOS). (…)
La crisis económica mundial, la crisis energética, la inflación, la depresión, el desempleo, de una forma u otra, agobian a los pueblos y a los gobiernos de una gran parte de la tierra. Muy pocos de los integrantes de nuestro Movimiento, si hay alguno, se ven libres de estas dificultades, porque sobre nosotros precisamente recae el peso fundamental de estas calamidades.
La lucha por la paz y por un orden económico justo, por una solución adecuada a los agobiantes problemas que afectan a nuestros pueblos se convierte, a nuestro juicio, cada vez más, en la cuestión fundamental del Movimiento de Países No Alineados.
La paz, con los inmensos riesgos que la amenazan no es asunto que debe quedar exclusivamente en manos de las grandes potencias militares. La paz es posible, pero la paz mundial solo podría asegurarse en la medida que todos los países tengamos la conciencia y la decisión de luchar por ella. Paz, no solo para una parte del mundo. Paz, para todos los pueblos. Paz, también, para Viet Nam. Paz, para los palestinos, para los patriotas de Zimbabwe y Namibia, para las mayorías oprimidas de Sudáfrica, para Angola, para Zambia, para Mozambique, para Botswana, para Etiopía, para Siria, para El Líbano, para el pueblo saharauí (APLAUSOS).(…) En el seno de los propios países imperialistas y reaccionarios se mueven importantes sectores progresistas decididos a luchar por los mismos fines. No podrá olvidarse jamás el importante papel que jugó el pueblo de Estados Unidos y la opinión mundial en el cese de la criminal guerra imperialista contra Viet Nam. (…)
Estas cuestiones nos llevan de la mano al tema económico. Es creciente el número de estadistas y dirigentes en el seno de nuestro Movimiento, que plantean la necesidad de que esta cuestión ocupe el lugar adecuado en el centro de nuestras preocupaciones (APLAUSOS). Ustedes son hombres de Estado que se enfrentan diariamente a las duras tareas de la economía en sus países. Saben bien cuáles son las enormes dificultades: el aumento constante de la deuda externa, la escasez de divisas, el creciente precio de la energía y los productos de importación, el intercambio desigual, el robo incesante y progresivo mediante los bajos precios en el mercado exterior de los productos que son el fruto del sudor de nuestros pueblos, la inflación, el alza de precios internos y la secuela de conflictos sociales de todo tipo que esto origina.
Gobiernos progresistas, que realizan un noble esfuerzo por el desarrollo y bienestar del país, se ven abrumados e incluso barridos a veces por las dificultades económicas y las condiciones leoninas e impopulares impuestas por los organismos internacionales de crédito. ¿Cuál no ha sido el precio político que han tenido que pagar muchos de ustedes por las normas del Fondo Monetario Internacional? (…)
En dos palabras, si el sistema es socialmente justo las posibilidades de supervivencia y desarrollo económico y social son incomparablemente mayores. Hay países en que la economía crece, pero a la vez crece la pobreza, el analfabetismo, los niños sin escuela, la desnutrición, las enfermedades, la mendicidad, el desempleo, demostrando inequívocamente que algo anda mal.
Los países subdesarrollados —algunos prefieren llamarlos optimistamente países en desarrollo, cuando en realidad es cada vez mayor la distancia de ingresos per cápita y niveles de vida con los desarrollados— con un 65% de la población mundial, disponen solo del 15% del producto mundial producido y únicamente el 8% de la producción industrial. El conjunto de países de esta categoría, desprovistos de fuentes naturales de energía, tiene en la actualidad una deuda externa superior a 300 000 millones de dólares. Se calcula que el pago total por concepto de servicios de la deuda externa asciende ya aproximadamente a 40 000 millones de dólares por año, que representa más del 20% de sus exportaciones de cada año. El ingreso per cápita promedio de los países desarrollados es ahora catorce veces superior al de los subdesarrollados. Tenemos, además, en el área subdesarrollada más de 900 millones de adultos analfabetos. Esta situación es ya insostenible.
Uno de los más agudos problemas de los países subdesarrollados no petroleros, que constituyen la inmensa mayoría de nuestro Movimiento, es la crisis energética. Los países exportadores de petróleo, que son todos del mundo subdesarrollado, y casi sin excepción ocupan un lugar en el Movimiento de los No Alineados, encontraron en todo instante el apoyo del resto de nuestros países en sus justas demandas por la revalorización de su producto y el cese del intercambio desigual y el despilfarro de energéticos. Estos países cuentan hoy con mucho mayor potencial económico y capacidad de negociación con el mundo capitalista desarrollado. No es esta la situación de los países subdesarrollados no petroleros. El azúcar, la bauxita, el cobre y los demás minerales sólidos; el maní, la copra, el henequén, el té, la semilla de marañón y los productos agrícolas en general, están terriblemente desvalorizados en el mercado mundial. Los países capitalistas desarrollados elevan egoístamente las tarifas arancelarias de los pocos productos manufacturados por nuestros pueblos e incluso subsidian mercancías que compiten con las nuestras, siempre que ello es posible. Tal hacen, por ejemplo, la Comunidad Europea y Estados Unidos con el azúcar. Los precios de los equipos, maquinarias, artículos industriales y productos semielaborados que importamos, crecen constantemente. Los privilegiados exportadores de estas mercancías las cobran cada vez más caras. Ellos soportan mejor que los países subdesarrollados el precio de la energía. Incluso exportan armas por decenas de miles de millones de dólares anualmente y con ellas muchas veces adquieren petróleo. (…)
¡Unámonos para exigir nuestro derecho al desarrollo, nuestro derecho a la vida, nuestro derecho al porvenir! ¡Cese ya de edificarse una economía mundial basada en la opulencia de los que nos explotaron y empobrecieron ayer y nos explotan y empobrecen hoy, y en la miseria y el subdesarrollo económico y social de la inmensa mayoría de la humanidad! Que de esta Sexta Cumbre salga la voluntad firme de lucha y planes concretos de acción. ¡Hechos y no solo discursos! (…).
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