FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

ISBN 957 950 34 0658 8

Usted está aquí: Inicio Carpeta 2 La gran depresión II. La gran depresión y la crisis del liberalismo

II. La gran depresión y la crisis del liberalismo

El escenario internacional


Entre 1919 y 1923 el escenario internacional fue convulsionado por tres conflictos: la ocupación de Fiume en 1919, la guerra polaco-rusa entre 1919 y 1920 y la, crisis del Ruhr en 1923, derivados, en gran medida, de la incapacidad demostradas por los vencedores en Versalles de elaborar compromisos lúcidos.

En el primer caso, ex combatientes y nacionalistas extremos ocuparon el puerto de Fiume que Italia reclamó sin éxito en la conferencia de paz y pasó a formar parte de la recién creada Yugoslavia. Los legionarios encabezados por el poeta Gabriel D’Annunzio, fueron expulsados del territorio al cabo de un año por decisión del gobierno italiano.


GABRIELE D'ANNUNZIO








GABRIEL D'ANNUNZIO (1863-1938)









ARRIBA GABRIELE D'ANNUNZIO EN 1890 LEYENDO EN SU DORMITORIO. Y ABAJO, EL ESCRITOR CON MUSSOLINI EN 1935. El País 12/11/2011.

D'ANNUNZIO POETA, NOVELISTA Y DRAMATURGO ITALIANO, AL INICIO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, PRONUNCIÓ VARIOS DISCURSOS APOYANDO LA ENTRADA DE ITALIA EN EL BANDO DE LOS ALIADOS. FUE PILOTO DE GUERRA VOLUNTARIO Y PERDIÓ LA VISIÓN DE UN OJO EN UN ACCIDENTE AÉREO.

AL TERMINAR LA GRAN GUERRA LIDERÓ A LOS NACIONALISTAS ITALIANOS QUE SE APODERARON DE FIUME (ACTUALMENTE EN CROACIA) Y PROCLAMARON UN ESTADO INDEPENDIENTE. EL POETA SE NOMBRÓ A SÍ MISMO DUCE E INTENTÓ ORGANIZAR UNA NUEVA LIGA DE NACIONES QUE ENGLOBARA A LAS NACIONES OPRIMIDAS DEL MUNDO.

ABANDONÓ FIUME EN DICIEMBRE DE 1920 DESPUÉS DE QUE LA ARMADA ITALIANA BOMBARDEARA LA CIUDAD. A PARTIR DE ESE MOMENTO, D’ANNUNZIO SE RETIRÓ A SU CASA DEL LAGO DE GARDA Y PASÓ SUS ÚLTIMOS AÑOS ESCRIBIENDO. AUNQUE INFLUYÓ EN LAS IDEAS DE BENITO MUSSOLINI NUNCA ESTUVO DIRECTAMENTE INVOLUCRADO CON EL GOBIERNO FASCISTA.


La reconstitución de Polonia después de la guerra significó la pérdida de territorios por parte de Alemania sin que, en un primer momento, quedaran delimitadas con precisión las fronteras con la Rusia soviética. Tanto el gobierno polaco como los bolcheviques pretendieron valerse de una situación caótica para dar curso a su expansión. Los rusos fueron derrotados, y por el tratado de Riga (marzo de 1921) Polonia anexionó parte de Ucrania y de la Rusia Blanca.

La crisis del Ruhr marcó el punto más alto de tensión. Hasta 1923, Francia adoptó una posición decididamente punitiva frente a Alemania, su rival histórico. En enero de ese año, el gobierno de Poincaré decidió la ocupación militar del Ruhr, conjuntamente con Bélgica, para cobrar, a través de la explotación de los yacimientos mineros, el monto de las reparaciones que al gobierno alemán le había sido imposible girar. Sin embargo, los resultados de esta acción fueron contraproducentes para Francia, ya que provocó el deterioro de sus relaciones con Gran Bretaña y Estados Unidos. Frente a la aguda crisis alemana se reconoció la necesidad de revisar el plan de pagos. La comisión, encabezada por el financista norteamericano Charles G. Dawes, recomendó la fijación de pagos anuales más reducidos y la concesión de créditos internacionales que contarían con el respaldo de los ingresos provenientes de la explotación de los ferrocarriles, de ciertos impuestos sobre el consumo y de determinadas empresas industriales. Un comité de expertos extranjeros controlaría las transferencias alemanas al exterior. El acuerdo posibilitó que la cadena de deudores se pusiera en marcha: los pagos de Alemania hacia los países europeos y desde estos hacia Estados Unidos, el principal prestatario durante la Primera Guerra.

El giro fue posible también porque dos dirigentes claves se involucraron activamente con la búsqueda de soluciones negociadas, en desmedro de la retórica de la fuerza. El ministro francés Aristide Briand y su colega alemán Gustav Stresemann coincidieron en avanzar hacia la reconciliación franco-alemana, un prerrequisito clave en pos de un clima de paz. Ambos recibieron el premio Nobel de la Paz en 1926. En 1925 Stresemann abrió las negociaciones sobre el reconocimiento de las fronteras occidentales establecidas en el Tratado de Versalles. Con la firma de los tratados de Locarno, Alemania, por primera vez, reconoció de iure sus fronteras con Francia y Bélgica, pero no aceptó acuerdos similares respecto de sus fronteras orientales con Polonia y Checoslovaquia. En posteriores tratativas, el canciller alemán logró que las tropas aliadas evacuaran Renania antes de lo pautado en Versalles y una nueva renegociación del pago de las reparaciones. El plan Young aprobado en 1929 redujo el monto total de las indemnizaciones y extendió su pago hasta 1988. La crisis de 1929 las hizo incobrables.

En los años treinta el escenario mundial cambió drásticamente. Sin lugar a dudas, el ingreso de Hitler en la cancillería alemana en 1933 fue un factor decisivo. Desde su aparición política manifestó su decisión de repudiar los términos del Tratado de Versalles. No obstante, antes de su designación como canciller, una serie de hechos evidenciaron que el clima en que habían prosperado las ruedas de negociaciones y las firmas de tratados se había enrarecido.

El impacto de la crisis económica sobre las políticas de los gobiernos tuvo un papel destacado en este giro. En julio de 1933, fracasó la Conferencia Económica Internacional reunida en Londres, debido a las resistencias para adoptar reglas compartidas sobre la circulación monetaria y los aranceles aduaneros. La mayor parte de los Estados respondió a la crisis con la desvalorización de la moneda y barreras proteccionistas, medidas que acentuaron la caída de los intercambios internacionales.

En el plano militar, la ocupación de Manchuria por Japón en 1931 fue el primer paso en la escalada que conduciría a la guerra, sin que la Sociedad de Naciones ejerciera algún tipo de freno efectivo frente al invasor. Japón, un país superpoblado y con escasas materias primas, había sufrido especialmente la contracción del comercio mundial y su gobierno ultranacionalista aprovechó la debilidad de China, inmersa en una larga guerra civil, para anexar parte de su territorio. La tibia reacción de la Sociedad de Naciones no impidió que, en marzo de 1933, Japón abandonara la organización. En 1937 estalló la guerra abierta entre Japón y China..


El imperio de Japón








EL IMPERIO DE JAPÓN







En la Conferencia Internacional de Desarme, inaugurada en febrero de 1932, las posiciones encontradas impidieron organizar el debate. El gobierno conservador alemán exigió que sus derechos y restricciones en el campo de los armamentos fuesen equiparados con las demás potencias y se retiró momentáneamente del foro. Cuando Hitler llegó al gobierno, Alemania se retiró definitivamente y abandonó la Sociedad de Naciones.


Acciones de Documento