FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

ISBN 957 950 34 0658 8

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La masacre de Katyn

V. La Segunda Guerra Mundial y el Holocausto


Andrzej Wajda entrevistado por Valeri Masterov.

  

Hace diez años usted dijo en una entrevista que quería hacer un filme sobre Katyn. ¿Qué fue lo que demoró la filmación?

–Casi todas mis películas están basadas en la literatura. En este caso, no tuve ni una novela, ni un cuento, ni material literario. Los guiones que leía no me gustaban, pero cada uno de ellos me obligaba a reflexionar: ‘¿Sobre qué será este filme?’. Si hacía una película política, sus personajes principales tenían que ser Stalin, Churchill, Sikorski1... Podía hablar solamente de las víctimas de las decisiones políticas de los poderosos, o realizar un filme psicológico de la anatomía del crimen que dejara por fuera todos sus mecanismos. Llegué a la conclusión de que debía mostrar dos líneas temáticas: el crimen y las mentiras de Katyn. Sería una narración indirecta sobre mi padre, víctima del crimen, y de mi madre, víctima de la mentira. Finalmente, decidí mostrarlo todo a través del destino de las mujeres cuyos padres, hermanos e hijos fueron fusilados en Katyn, mientras ellos tan solo debían esperar y confiar.

¿No le asusta la responsabilidad de tocar un tema trágico y tabú a lo largo de medio siglo?

–Hace un año, cuando el grupo ya estaba formado y la agenda establecida, dije que la responsabilidad era totalmente mía. Entendí que no era posible contar una película de ficción y tomar en consideración todos los aspectos históricos y políticos, de la verdad y la mentira, sobre uno de los crímenes más horrendos del siglo XX. Era un gran riesgo. Pero la retirada era imposible. La decisión de hacer una película sobre Katyn fue una de las más difíciles de mi vida, y fue tomada hace mucho tiempo. Tuve que hacerla.

¿Qué era lo más importante: dedicar el filme a los padres como se dice en los créditos o el deseo de descubrir el mecanismo de la mentira?

–Mi padre, el capitán Jacob Wajda, murió en Katyn, y mi madre lo esperó en vano durante toda la vida. En general, este tema estaba ausente en el cine polaco y esta doble tragedia no me dejaba tranquilo. ¿Cómo era posible cometer este crimen y callarlo durante tantos años? También pensé: ‘¿Será la última película de mi vida?’. []


Escena de la película Katyn (2007)



ESCENA DE LA PELÍCULA KATYN, 2007





FILMADA POR ANDRZEJ WAJDA, EN HOMENAJE A SU PADRE, UNO DE LOS MILITARES POLACOS ASESINADOS

 

¿Usted solo dio primeros nombres a sus personajes a propósito?

–Sí, y era algo importante. Al evitar un apellido determinado, podía unir los episodios de la vida de diferentes personas y lograr algo más abarcador. En Polonia hay mucha gente que recuerda a Katyn. Las tumbas se cuidan, las personas se escriben y se editan los recuerdos. Yo temía que se provocaran disgustos al mostrar los hechos de la vida de personas concretas. Si uno habla del destino de una persona concreta, debe mostrar lo que le ha pasado en realidad. Leí una enorme cantidad de diarios, memorias, apuntes y documentos, pero quise usar los fragmentos más expresivos.

¿Cómo surgió el papel positivo de un oficial soviético, como el mayor Popov, que interpreta Serguei Garmash?

–Encontré este apellido en uno de los diarios. Es una historia asombrosa. Quisiera rechazar las opiniones de que introduje a un ’ruso bueno’ para establecer el balance entre el bien y el mal. Nada de eso. Es una historia verdadera, pero en realidad se trata de dos hombres. Uno de los oficiales del Interior propuso a la esposa de un oficial polaco un matrimonio ficticio: él se iba a la guerra contra Finlandia y el matrimonio le daba a ella una posibilidad de ser evacuada a la retaguardia. Otro oficial salvó a una polaca tapándola con su capote durante un registro. Sucedió el 13 de abril de 1940, cuando en el bosque de Katyn ya se fusilaba, y ese mismo día se detuvo a las esposas e hijos de los oficiales polacos que se encontraban en los campos.

¿Garmash estuvo bien?

–Le estoy muy agradecido. Mi problema residía en invitar a uno de mis actores preferidos, y en obtener su decisión de trabajar en semejante película, pensando en la reacción del público ruso, de los amigos y enemigos... Entendía que era una decisión seria para un actor conocido. Pero me dijo que sí enseguida y confío en que el público ruso no rechace el filme, que, de ninguna manera, es antirruso. Una cosa es el régimen totalitario y otra el pueblo que perdió millones de sus hijos durante el mismo. El bosque de Katyn no se convirtió solamente en tumba para los polacos, sino para centenares de miles de rusos, ucranianos, judíos y alemanes del Volga.2

¿Desea usted que Katyn se exhiba en Rusia?

–Sí, y mucho. Pienso en el espectador ruso todo el tiempo. Durante la filmación traté de que no me molestara ningún fantasma del nacionalismo. No quería hacer una película histérica y acusadora. El mundo era así en aquellos tiempos. Surge la pregunta: ¿existían hombres que aniquilaban con tanto fervor a sus semejantes? Sí, pero existía un sistema que llevaba al hombre a eso. Hay que distinguir entre los criminales despiadados y los hombres decentes.

Difícilmente alguien piense que Wajda quiso hacer una película antirrusa.

–Puede suceder. Pero tenemos el derecho de hablar de nuestra historia, que de modo tan complejo se relaciona con la suya. Mi filme habla de una tragedia histórica y está dirigido contra un sistema inhumano que dejó de existir. Las razones de su desaparición son profundas y la sociedad misma reconoció que este sistema ya no podía funcionar. No quisiera que Katyn se utilizara para algunas manipulaciones políticas. Sería muy terrible para mí. Me gustaría que el filme se exhibiera en un ambiente más agradable entre rusos y polacos, pero la vida es como es. []”.

Notas

1. Wladislaw Sikorski, primer ministro del gobierno polaco en exilio (1939-1943).

2. En el siglo XVIII la emperatriz Catalina la Grande invitó a los alemanes a vivir en Rusia. Los nuevos colonos formaron grandes comarcas prósperas en el río Volga. Después de la Revolución, allí fue formada la República Autónoma de los Alemanes del Volga, que existió hasta la invasión nazi en 1941.

Texto consultado en revista Miradas, La Habana, Cuba. Entrevista completa publicada en el semanario Novedades de Moscú (21-27 de septiembre de 2007).


Andrzej WajdaANDRZEJ WAJDA (1926)


Los primeros filmes, de 1954 a 1958, del cineasta polaco Andrzej Wajda se centraron en los eventos más dramáticos y cruciales de su país entre los años 1939-1945. En la trilogía Una generación, Kanal, y Cenizas y diamantes se retrata la dura situación por la que pasó Polonia durante la ocupación alemana (y más tarde, soviética) y las actividades de algunos grupos de resistencia que enfrentaron al enemigo con los pocos medios con que contaban. No son films heroicos sino más bien crudamente realistas, en los que se reconoce el papel de estos combatientes, pero sin idealizarlos.


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