FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

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Discurso de Churchill al asumir como Primer Ministro

V. La Segunda Guerra Mundial y el Holocausto

Pronunciado el 13 de mayo de 1940.

“En la tarde del viernes Su Majestad me encomendó la formación de un nuevo Gobierno. Según el deseo expreso y la voluntad del Parlamento y de la Nación se debería formar ese Gobierno sobre la base más amplia posible; es decir, con la participación de todos los partidos, tanto los del Gobierno recientemente disuelto como los de la oposición. Ya he cumplido la parte más importante de esa misión. Se ha constituido un Gabinete de guerra compuesto por cinco Ministerios que, con la incorporación del partido oposicionista liberal, simboliza la unidad de la nación. Los jefes de los tres partidos se han declarado ya dispuestos a asumir las funciones de Gobierno, tanto si es en el Gabinete de guerra como en altos cargos gubernamentales.

Formar un Gobierno de tal magnitud y pluralidad constituye ya de por sí una ardua tarea; reflexionemos, sin embargo, que esta es una de las mayores contiendas de la Historia universal y solo nos hallamos en su fase preliminar, que hemos de aprestarnos al combate en el mar Mediterráneo, que la guerra aérea sigue su marcha sin interrupción y que aquí, en nuestro país, hemos de hacer muchos preparativos. Confío en que se me perdone si en esta situación crítica no me dirijo hoy a la Cámara con palabras enjundiosas. Confío en que cada uno de mis amigos y cada uno de mis actuales o antiguos colegas que se vean afectados de una forma u otra por la formación del Gobierno, se muestren tolerantes con esta pasajera, aunque necesaria, carencia de ceremonia en nuestro proceder. Quisiera repetir a la Cámara lo que he dicho a los miembros de este Gobierno: “Nada tengo que ofrecer, salvo sangre, penalidades, sudor y lágrimas”. Nos espera una de las pruebas más penosas que cabe imaginar.

Ante nosotros tenemos muchos, muchos y largos meses de lucha y de sufrimiento. Sin duda os preguntaréis: ¿Cuál es nuestra política? Yo respondo: Nuestra política consiste en hacer la guerra por tierra, mar y aire con todo el poder y la fuerza que Dios quiera otorgarnos; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, sin precedentes en el sombrío y desalentador panorama de la delincuencia humana. Esa es nuestra política. También os preguntaréis: ¿Cuál es nuestro objetivo? Lo puedo nombrar con una sola palabra: Victoria..., victoria a cualquier precio, victoria a despecho del terror, victoria por muy largo y penoso que sea el camino; pues sin victoria no habrá supervivencia.

A ese respecto, es necesario disipar toda sombra de duda: no habrá supervivencia para el Imperio británico, no habrá supervivencia para nada de lo que encarna y defiende el Imperio británico, no habrá supervivencia para el afán e impulso secular de la raza humana en su marcha hacia una meta. Acepto, pues, mi misión lleno de energía y esperanza. De una cosa estoy seguro: no se permitirá que nuestra causa naufrague. Por tanto, me creo en estos momentos con derecho a exigir la ayuda de todos y gritar: ¡Así, pues, aunemos nuestras fuerzas y avancemos juntos!”.

Viola, Liliana, Los discursos del poder, Buenos Aires, Norma, 2001.


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