Sobre el interés histórico del film

La historia que narra el filme se abre sobre finales de la década de 1920 en los dominios coloniales franceses en el actual Vietnam. La voz en off de Eliane Devries (Catherine Deneuve), nos introduce en un relato de largo aliento en el que se articulan la saga familiar, las vicisitudes políticas y una enrevesada trama de amores en torno de la cual se desenvuelve el argumento.

Eliane, una bella francesa de mediana edad, carácter inflexible y gesto autoritario, hereda las propiedades de su padre: extensas plantaciones de heveas –materia prima para el caucho- emplazadas en el corazón de Indochina.

Al principio del filme, la protagonista cuenta que ha adoptado a la hija de una pareja fallecida en un accidente. Se trata de Camille, una niña hija de vietnamitas que Eliane trata como a una verdadera hija. Pero hay un secreto en el principio del filme que los espectadores desconocemos: a quién le cuenta Eliane, con voz reposada de tono intimista, la historia de su vida, de su relación con su hija adoptiva y con el país dominado por los franceses de su clase que ha sido su propia tierra durante muchos años

Más allá de la saga de amores y traiciones, en la primera parte de la película se puede apreciar con claridad la extensión y la rentabilidad de la plantación colonial, la explotación y el maltrato que se practica sistemáticamente sobre los trabajadores del caucho –la propia patrona se ocupa de supervisar los castigos- y la corrupción generalizada de las instituciones francesas ocupadas en garantizar los negocios de los compatriotas en colonias. La policía, los militares y las autoridades judiciales trafican influencias o intercambian privilegios y cuando la rebelión estalla en la forma todavía embrionaria de la constitución de una facción comunista en Indochina, no dudan en practicar la tortura para obtener la información necesaria para las tareas de represión.

Jean Baptiste, el militar francés que es prenda de amor de madre e hija y piedra del escándalo que divide la historia por la mitad y separa a ambas mujeres, se marcha castigado a una región del país en la que se practica el comercio de esclavos a cara descubierta y bajo la tutela de las autoridades militares francesas. Transcurre la década de 1930 y se fortalece la resistencia comunista en el norte del país. De allí saldrá un movimiento que a la vuelta de la segunda guerra mundial forzará el fin del dominio francés y la división del país en Vietnam del Norte y del Sur.

1954: caminando junto al Sena, de la mano de su nieto –el hijo de Camille y Jean Baptiste que ha criado en soledad- Eliane termina de contar la historia: su hija adoptiva es parte de esa comitiva comunista que viene a París a cerrar el acuerdo político que sella el fin del dominio colonial francés. Madre e hija adoptiva se han separado definitivamente.

   Filmada en escenarios naturales con presupuesto de superproducción de contenido histórico, Indochina esboza una mirada crítica del dominio francés en lo que fue su colonia y permite comprender algunos hitos importantes de la evolución política e histórica del país hasta su independencia.

La extraordinaria novela de Graham Greene, El americano tranquilo escrita en 1955, encaja perfectamente en el final de la historia que narra la película y permite comprender la continuidad de la situación política de Vietnam hasta la invasión de los Estados unidos.

Acerca del director

REGIS WARGNIER (1948-)

Director francés poco conocido en argentina, donde sólo se han estrenado tres de sus filmes: Indochina, Una mujer francesa (Un femme francaise, 1995) y De hombre a hombre  (Man to man, 2005).  Wargnier comenzó su obra como realizador en 1988 con el film La mujer de mi vida (La femme de ma vie) y lleva hasta 2011 once películas dirigidas, nueve de ficción y dos documentales. Indochina es su obra más famosa y una muestra de las principales características de su cine: superproducciones de contenido histórico filmadas en escenarios naturales, con grandes presupuestos y con el protagonismo de figuras salientes del cine europeo.