I. El imperialismo

Historiador, periodista y diplomático hindú formado académicamente en Inglaterra. Su principal actividad se desarrolla en Asia, destacándose por sus hipótesis renovadoras como investigador. Asimismo cuenta con numerosas producciones en sus roles de periodista y funcionario público. Impulsor del Hindustan Times, formó parte de una generación que discutía el dominio colonial inglés. Su interés estuvo centrado en la historia india, y las relaciones de dominación entre oriente y occidente desde el siglo XIX.

 Comentario de Panikkar, Kavalam, Asia y la dominación occidental, Buenos Aires, Eudeba, 1966, Tercera parte “La edad del Imperio (1858-1914)”.

En este texto de carácter descriptivo, nos encontramos con un minucioso análisis sobre el avance de Occidente a lo largo del siglo XIX sobre los gobiernos, las instituciones públicas, la administración, y la economía colonial y, como consecuencia, el resquebrajamiento de las antiguas redes sociales y culturales de las sociedades asiáticas.

Para ello el autor analiza en esta tercera parte de su libro, las diferentes reacciones sufridas por la India; China; Japón; el sudeste asiático y Siam ante el avance de las potencias occidentales.

Más allá de las particularidades de cada caso, se pueden observar algunos elementos en común que hilan el análisis: 1) el avance de la modernización occidental, que se expande a lo largo y ancho del continente al calor de los intereses de las potencias occidentales, en connivencia con las élites coloniales (y mediante diferentes grados de negociación); 2) como consecuencia directa del impacto occidental en la vida de las colonias, los diferentes grados de resistencia -y/o adaptación- a los ocupantes y a los cambios por estos promovidos, que se produjeron por parte de las sociedades locales.

Estos elementos son rastreados por el autor a través de cuestiones como las formas del gobierno colonial directo e indirecto, la construcción de las burocracias coloniales y el rol de los nativos en esas burocracias y en las fuerzas armadas en el caso de colonias formales como la de la India. Otros procesos de penetración  más incompletos, tales los casos de China y Japón, en las que las posiciones imperiales se sostuvieron en base a forzar puertos libres y convenios de “extraterritorialidad” que mantuvo a China bajo la dependencia extranjera hasta entrado el siglo XX, y de la que Japón pudo desligarse a partir del triunfo de la Restauración Meiji y su política de modernización y apertura limitada y soberana con respecto a occidente.