Introducción

A la par de las conquistas militares europeas en Asia y África, desde comienzos del siglo xix se renovó la representación visual de temas orientales. En el caso francés, las escenas de batallas coloniales, los paisajes y personajes exóticos abundan tanto entre los apuntes de viaje como entre los cuadros de gran formato de pintores como Eugène Delacroix, Léon Belly, Horace Vernet o Jean-Léon Gérôme, entre otros. Este tipo de pintura, llamada orientalista, se desarrolló primero y con mayor duración y éxito en Francia e Inglaterra, las dos naciones que llevaron adelante las políticas imperiales más ambiciosas. Según el texto clásico sobre orientalismo de Edward Said, Oriente era en buena medida un invento europeo; esto es, un discurso o una serie de ideas geográficas, políticas y culturales configuradas y, a la vez, simbolizadas por un conjunto de representaciones literarias y visuales. En este sentido, desde la antigüedad, Oriente se asociaba a experiencias y paisajes inquietantes y a seres pintorescos. Oriente no solo era adyacente a Europa –enfatiza este célebre crítico literario palestino–, sino que además Europa tenía allí las colonias más grandes y antiguas, pero también era el lugar de los orígenes de sus civilizaciones y lenguajes, y una de sus imágenes del Otro más profundas y recurrentes.

De cualquier modo, los recursos estilísticos y los repertorios iconográficos desarrollados para recrear Oriente no se utilizaron solo en Europa, sino que durante el siglo xix también se aplicaron en la pampa argentina para representar al gaucho y al “indio”. Nuestro texto analiza y compara una selección de pinturas de cuatro artistas, tres franceses y uno argentino, que nos permiten introducirnos en el problema de la representación del Otro, vinculada a la conquista de territorios en Oriente o de la zona más fértil y productiva de la Argentina, como en los procesos de definiciones identitarias en términos nacionales. Así, nos concentraremos en algunas pinturas realizadas entre mediados y fines del siglo xix por Jean-Léon Gérôme, Marie-Gabriel Biessy, Raymond Quinsac de Monvoisin y Ángel Della Valle. Cuadros significativos para dar cuenta de la importancia que tuvieron las imágenes en la creación y difusión de tipologías humanas y culturales que tendieron a simbolizar (y en algunos casos justificar) los avances imperiales o militares.